lunes, 11 de marzo de 2013

FINALISTAS AL NEBULA (y textos gratis)

Desde que anunciaron hace poco menos de un mes las nominaciones al Nebula, me quedé pasmado al darme cuenta que de las seis novelas finalistas, solo había leído dos. 2312 de Kim Stanley Robinson, y THE DROWNING GIRL de Caitlín R. Kiernan. El blog se jacta de estar al corriente de la ciencia-ficción contemporánea, y luego pasa esto. Por otra parte, revisando la lista de nominados, vi que en realidad no me urgía leer ninguna de las cuatro que me faltaban. Quizá THE THRONE OF THE CRESCENT MOON de Saladin Ahmed. Quizá. Decidí que me hacía falta leer por lo menos una más, para así conocer a la mitad de los nominados a Mejor Novela del Año. Con todavía un par de meses para la ceremonia oficial, se me hizo adecuado. Seguía algo ambivalente respecto al libro de Ahmed, ciertamente no quería gastar dinero en algo que ignoraba si me iba a gustar o no. Así que la busqué en línea. Me tardó casi 8 segundos encontrar un torrent ilegal con la novela en formato mobi y epub, y comencé a leer.



Primero que nada, la portada de la edición gringa, que es la más facil de encontrar (la que está a la derecha) es espantosa. Parece de juego de video de los 90s. Afortunadamente el torrent traía otras portadas, que son las que uso arriba y abajo. De lo contrario, me habría negado terminantemente a leerlo. (Así es, soy de esas personas que juzgan a un libro por su portada). Segundo, mucha gente parece estar impresionada con el hecho que esta fantasía está situada en una especie de Medio Oriente, en vez de en el típico reino medieval europeo. Si bien estoy de acuerdo que siempre es una agradable noticia no tener que leer lo mismo que ya nos tocó leer mil veces en el pasado, en realidad esto no es tan inaudito, según yo. Se me ocurren varias fantasías de Medio Oriente en años recientes. Varias. Inclusive en el mercado anglosajón no hay que buscarle mucho más que la ultima de Guy Gavriel Kay, o Catherynne M. Valente. Me parece a mí que esto es más bien un caso de Political Correctness. Los gringos leen que el autor se llama “Saladin Ahmed” y por supuesto lo que esperan (y exigen) es una exótica fantasía árabe. ¿Cuántos escritores caribeños no se han visto obligados a escribir alguna novelita de "zombies en Haití" para lograr entrar al dificil mercado gringo? Me queda la impresión que si Ahmed hubiera escrito una novela en, digamos Chicago, ni siquiera se la hubieran publicado.

Habiendo dicho todo esto, la novela no es mala. Es de lectura amena (acabé las menos de 300 páginas en tres días) y, a pesar de llevar como subtitulo la leyenda “Book One of the Crescent Moon Kingdoms”, Ahmed nos hace el inmenso favor de no terminar el libro con un cliffhanger. Algunos cabos quedan sueltos, y es muy fácil ver cómo una secuela podría ser escrita, pero la novela cuenta una historia completa. Nada más molesto que gastar dinero y tiempo en un libro solo para enterarte 600 páginas después que solo compraste la primera parte de un libro mucho más grande. No sé, a mucha gente le encanta eso, pero a mí no. (Y si, ya sé que técnicamente no gaste un maldito centavo, pero saben a lo que me refiero).


El doctor Adoulla Makhslood es el último de los legendarios cazadores de ghuls, fatigado tras una larga vida de servicio pero todavía activo a sus 60 años de edad en la maravillosa Dhamsawaat, ciudad de hombres santos y herejes, que se encuentra a mitad de un conflicto civil entre el brutal Khalif, señor absoluto de la ciudad, y el carismático ladrón el Príncipe de los Halcones, determinado a traer abajo a todo el gobierno por razones personales. Como varios de los héroes en los cuentos de hadas, una amenaza final obliga al doctor Adoulla a prepararse para el combate por última ocasión. A su lado estarán únicamente su fiel asistente, que no parece muy listo para heredar el puesto, y Zamia, la salvaje mujer-león (necesitan leerlo). Los personajes están bien escritos (si bien en ningún momento te sorprenden), pero tengo que decir que lo que más me gustó fueron las descripciones de la ciudad misma, sus costumbres y tradiciones, logrando convertir a Dhamsawaat en un personaje más, tan importante como cualquiera de los demás. Quizá no tanto como la ciudad de Camorr en la inolvidable THE LIES OF LOCKE LAMORA de Scott Lynch, donde casi la mitad de los capítulos estaban dedicados de una forma o de otra a la historia, mitología y geografía de la ciudad ficticia, pero casi. Si yo fuera Ahmed, a la hora de escribir la mentada secuela usaría personajes completamente distintos, y solo volvería a utilizar de nuevo a la ciudad de Dhamsawaat.

En caso de que estén interesados en el trabajo de Saladin Ahmed, pero no tienen ganas o tiempo de chutarse toda una novela, aquí les dejo algunos cuentos suyos (completos y gratis). Primero, “Hooves & the Hovel of Abdel Jameela”, que de hecho fue finalista al Nebula como Mejor Cuento Corto del 2010, aquí. A continuación, “Mister Hadj’s Sunset Ride” aquí, y “General Akmed’s Revenge?” aquí. (Como se pueden dar cuenta, Ahmed está más que dispuesto de darle a los gringos lo que esperan de él). Finalmente, “Where Virtue Lives” que de hecho ocurre en el mismo universo que THE THRONE OF THE CRESCENT MOON y hasta tiene al mismo protagonista, aquí.

Próxima semana, otra de las nominadas al Nebula.