miércoles, 16 de octubre de 2013

ANTHONY BOUCHER REGRESA (OTRA VEZ)


A las carreras, la postal de hoy es algo breve, pero no quería irme a la oficina sin antes mencionar aunque sea algunas palabras sobre la noticia que NESFA Press ha decidido reeditar la invaluable colección THE COMPLEAT BOUCHER. Como el titulo nos lo está diciendo, el libro junta todos los relatos fantásticos que escribió Anthony Boucher (pseudónimo de William Parker White), por lo que es un volumen que ningún aficionado de la ciencia-ficción puede dejar de tener en sus anaqueles. Yo tengo la primera edición, la de 1999 (con la portada de abajo), pero para conmemorar la ocasión nuestros amigos de NESFA comisionaron una portada nueva del genial Bob Eggleton en persona (ésta de la izquierda). A pesar de que el contenido dentro de sus poquito más de 500 páginas es el mismo, confieso que le tengo ganas tan solo por la portadita. En todo caso, si no tienen ninguna de las dos ediciones esta es la oportunidad perfecta para remediar tal situación.
 

A Anthony Boucher lo recordamos sobre todo por su incansable labor de editor. Como co-fundador de la legendaria Magazine of Fantasy & Science Fiction, fue el principal responsable de elevar el nivel literario de los cuentos de CF durante la década de los 50s y, junto con la Galaxy de Horace Gold, los que finalmente lograron romper el monopolio de Campbell y Astounding sobre todo el género. Si uno investiga un poco más a fondo descubre que Boucher fue el primero en traducir a Borges al inglés (con el cuento “El jardín de senderos que se bifurcan” para la Ellery Queen Mystery Magazine).
 

Lo que nadie parece recordar es que el señor de hecho empezó como escritor y algunos de los mejores y más distintivos cuentos dentro del género provienen de su pluma. Su relato más conocido quizá siga siendo la clásica novela corta “The Compleat Werewolf”, que el mismo Gaiman ha llamado una obra maestra en repetidas ocasiones. “They Bite” es una joyita que todos los fanáticos del Horror se deben saber de memoria, y “We Print the Truth” debió ser un episodio de THE TWILIGHT ZONE original, en mi opinión (en serio parece que Rod Serling lo hubiera escrito). Pero si me preguntan a mí, su obra maestra fue, por mucho, el irreverente “The Quest for Saint Aquin”, una verdadera epopeya post-apocalíptica con cero de violencia y que todo ateo y creyente por igual deben de leer, y que seguramente inspiró a Walter Miller a escribir su inolvidable “A Canticle for Leibowitz” algunos años después. Desde niño nunca he olvidado al burro robot del protagonista, tan letrado en asuntos teológicos.

A este cuentito lo pueden encontrar ni más ni menos que en el primer volumen de THE SCIENCE FICTION HALL OF FAME, donde comparte páginas con cuentos de la talla de “Nightfall” de Asimov, “Microcosmic God” de Sturgeon, “A Martian Odyssey” de Weinbaum, “Scanners Live in Vain” de Cordwainer Smith, “The Nine Billion Names of God” de Clarke, y “Flowers for Algernon” de Daniel Keyes, entre otros. Es decir, no con cualquiera…
 
Finalmente, un dato extra para que la postal no parezca tan raquítica. Hace algunas semanas, tras el desafortunado fallecimiento de Fred Pohl, muchos mencionaron su libro THE WAY THE FUTURE WAS como un documento imprescindible para conocer los detrás de bambalinas de la cultura del fandom de la CF en los años 40s y 50s (comentarios similares a los que recibe THE FUTURIANS de Damon Knight). Yo a esto le sumaria la novela de misterio de Boucher, ROCKET TO THE MORGUE, que además de ser muy buena es un reflejo extraordinariamente fiel del fandom de la CF en la costa oeste, específicamente California, durante la Edad de Oro, con apariciones (disfrazadas no muy sutilmente) de Robert Heinlein, Jack Williamson, Julius Schwartz, y hasta el Cientólogo mayor L. Ron Hubbard. En resumen, es una verdadera lástima que Anthony Boucher de alguna manera se ha caído entre las rendijas de la historia y se haya convertido en un escritor virtualmente olvidado. Si tienen oportunidad, busquen este libro. No se van a arrepentir.

jueves, 3 de octubre de 2013

¿CONOCEN A CHRIS BECKETT?


Caramba, con novelas así hasta da gusto escribir postales frecuentes para el blog otra vez. La semana pasada, antes de recomendar tentativamente la última novela de Stephen Baxter, recordaran que tuve que incluir toda una serie de advertencias y caveats. Les aseguro que hoy no es el caso. Todo lo contrario. Si son lectores de ciencia-ficción, o la literatura fantástica en general, por favor salgan corriendo a comprar (o bajar) DARK EDEN, la nueva novela de Chris Beckett. Es apenas su tercera novela, y su cuarto libro publicado si contamos a THE TURING TEST, su colección de cuentos, pero el señor escribe con toda la seguridad y aplomo de un viejo veterano de varias décadas en el género. Hay que aclarar que Beckett ya raya en los 60 años, lo cual quizá explica mucho. Empezó a escribir ficción tarde, demasiado tarde, pero trae consigo un bagaje de experiencias de toda una vida, y esto se nota.



¿De qué trata el libro, se preguntaran? Esencialmente, Beckett agarra uno de los clichés más antiguos de la CF, el de la colonia abandonada en un planeta distante, y hace algo nuevo con estos añejos ingredientes. La trama en sí, emocionante y bien pensada hasta el último detalle, ni siquiera es el punto, una mera excusa para toda una serie de fascinantes especulaciones biológicas y sobre todo sociales, sino más bien la manera en que Beckett llega de A hasta Z de una forma raramente vista con anterioridad. En momentos creí estar leyendo una novela de China Miéville (en este blog no existe mayor cumplido, por cierto), y al siguiente tenía la impresión que el dominio del lenguaje me recordaba más al Fritz Leiber travieso de los años 60s y 70s. En otros momentos me pareció que leía una de las novelas “juveniles” de Heinlein de los años 50s. ¿Cuándo fue la última vez que un mismo libro despertó estos sentimientos en mí? Nunca.


Leyendo de antemano algunas críticas y comentarios, todo mundo parece mencionar el “lenguaje” que Beckett inventa para esta novela, lleno de neologismos y palabras extrañas. Más de uno, inclusive, se atrevió a recordar a la extraordinaria RIDDLEY WALKER de Russell Hoban, esa vieja pesadilla de los fans de la CF (lo que a continuación me hizo temer que me encontraba frente a otro FEERSUM ENDJINN de Iain Banks). Después de haber podido leer DARK EDEN, la verdad no entiendo estos comentarios. En efecto, sí existen varias palabras y términos inventados, pero son usados con mesura. Cualquier persona pensante debe ser capaz de navegar con facilidad estas páginas. En ningún momento caemos dentro de un rompecabezas (casi literal) de sintaxis incomprensible, como con el mentado RIDDLEY WALKER si somos honestos. Este libro puede ser leído por quien sea, aun si en su vida se han acercado a una novela de CF (aunque es cierto que desde la primera página el autor nos avienta al extremo profundo de la piscina y hay que pedalear con fuerza solo para entender qué está ocurriendo). En todo caso, después de 10-15 páginas uno se acostumbra.

Recuerdo bien cuando leí THE HOLY MACHINE, la primera novela de Beckett, allá por el 2004. Este es el futuro de la CF, pensé. Casi diez años después me complace de sobremanera descubrir que tenía razón…