lunes, 28 de mayo de 2018

ADIOS, GARDNER. GRACIAS POR TODO


Como siempre, es triste desempolvar el blog porque se acaba de morir alguien a quien admiro tanto desde hace años. A veces parece que lo único que hago es actualizar la lista de obituarios. Ayer en la tarde que estaba grabando el episodio más reciente de los Verdhugos, nos enteramos que Gardner Dozois había fallecido. La noticia me pilló por sorpresa ya que Dozois apenas tenía 70 años. No un joven, pero de ninguna manera un anciano.


Gardner Dozois fue, sencillamente, el editor de ciencia ficción más importante de los últimos 30 años. El cerebro maestro detrás de la revista ASIMOV’S, que determinó el curso del genero de la misma manera que ASTOUNDING lo hizo en los 40s, y GALAXY en los 50s, y OMNI a fines de los 70s y principios de los 80s. No creo exagerar al decir que el nombre de Dozois ya es parte de la misma conversación que el de John Campbell, Horace Gold y Anthony Boucher. En ASIMOV’S, Dozois elevó el nivel literario de los relatos. La ciencia seguía siendo importante (varios de los mejores cuentos de CF Dura de los 90s, como “Luminous” de Greg Egan, o “Planck Zero” de Stephen Baxter, se publicaron en su revista), pero el énfasis estaba en el desarrollo de personajes y sus historias. No por nada la revista se levantó con más de 40 Hugos y una veintena de Nebulas, y publicar dentro de sus páginas se convirtió en el santo grial de todos los escritores.


Sus antologías anuales de lo “Mejor del Año”, que continuaron sin interrumpción durante más de tres décadas (revisando Amazon veo que el volumen 35 va a salir póstumamente en poco más de un mes), se convirtieron en un instrumento de consulta indispensable para cualquier aficionado. Nadie tiene el tiempo para leer todos los relatos que se publican hoy en día. Mantenerse al corriente con todo lo que se escribe en el género se ha vuelto imposible. Por esto mismo, si solo podían comprar un libro en todo el año, por fuerza tenía que ser THE YEAR’S BEST SCIENCE FICTION de Dozois. Dentro de sus casi 800 páginas (¡más de 300 mil palabras!) cabían no solo una treintena de cuentos sino además, gracias a su enorme tamaño, varias novelas cortas. Relatos no solo seleccionados de las sospechosas comunes, revistas profesionales como ASIMOV’S, o F&SF, sino de publicaciones semi-profesionales menos conocidas, revistas en línea, y hasta publicaciones que poco tienen que ver con el género como PLAYBOY o THE NEW YORKER. En sus páginas encontrabas a viejos veteranos igual que a nuevos talentos que apenas empezaban a brillar. En virtud de su longevidad se ha vuelto el archivo definitivo del relato corto contemporáneo de CF. Imposible no mencionar las famosas introducciones de casi 50 páginas, el resumen más completo de lo sucedido el año anterior en el mundo de la CF. No solo todas las novelas y antologías y colecciones que se publicaron, sino un reporte conciso de todas las revistas dentro del género, desde chismes tras bambalinas del mundo editorial hasta la dirección de las mismas, para todos los interesados en enviar sus cuentos. Como coda, venían sus comentarios sobre lo mejor en el cine y la televisión en el género, así como la lista anual de obituarios y otra de ganadores de cada uno de los premios de literatura fantástica.


Además de las antologías anuales, Dozois editó y co-editó varios volúmenes temáticos, libros llenos de sentido de la maravilla y que nos recuerdan lo que la CF en serio es capaz de lograr, y que incluyen muchos de los mejores relatos del siglo XXI. Relatos como “The Tear” de Ian McDonald en GALACTIC EMPIRES, “Thousandth Night” de Alastair Reynolds en ONE MILLION AD, “Muse of Fire” de Dan Simmons en THE NEW SPACE OPERA, “The Island” de Peter Watts en THE NEW SPACE OPERA 2, etc. Los reto a que encuentren mejores cuentos en los últimos 15 años.



En años recientes, Dozois co-editó también varias antologías temáticas con George RR Martin. El nombre de Martin es el que vende hoy en día, claro, y por eso lo colocan por encima del de Dozois, pero digamos que todos sabíamos quién era el verdadero editor en estos libros. Recuerdo con cariño los pastiches pulp de “The Last Canal” de Michael Moorcock en OLD MARS, así como “The Drowned Celestial” de Lavie Tidhar en OLD VENUS, ambos volúmenes dedicados a esos estrambóticos romances planetarios de la Era Dorada del género.


Setenta años es demasiado joven para morir, caramba. Su esposa acababa de fallecer recientemente, y parece que el pobre Gardner nunca se recuperó. En fin... Ojalá estén juntos de nuevo en estos momentos. Gracias por todas las historias, Gardner. Gracias por todos los sueños. 

lunes, 7 de mayo de 2018

POKER DE COMICS #7

Cuando llegó la hora de escribir el articulo para el nuevo número de SuperSonic, y escoger una nueva mano de entre todas las barajas disponibles, ocurrió algo chistoso. Decir que lees comics de Image no es raro hoy en día. Yo mismo lo he hecho, en múltiples ocasiones, en este mismo foro. Pero al intentar seleccionar cuatro para la columna de esta ocasión descubrí que la mayoría no son solo publicados por Image, sino que además pertenecen al sello Skybound de Robert Kirkman. Skybound, por supuesto, empezó publicando las series de Kirkman, desde THE WALKING DEAD hasta INVINCIBLE y OUTCAST, pasando por trabajos menos conocidos como SUPER DINOSAUR. En algún momento, sin embargo, gracias a todo ese dinero de las series de televisión, Kirkman ofreció la oportunidad a otros creadores de publicar sus propios comics. Un Image dentro de Image, en cierta forma. Sin mucho trabajo, logré juntar cuatro fantásticos comics de entre todas las opciones de Skybound:


MANIFEST DESTINY escrito por Chris Dingess y dibujado por Matthew Roberts. Después de las series de Kirkman, este comic es el de más larga duración en Skybound, con casi cuarenta números publicados hasta ahora. Una crónica de la famosa expedición de Lewis & Clark a través del continente norteamericano a principios del siglo XIX, solo que quizá no exactamente como la recordamos de los libros de historia. El comic, el diario secreto de viaje del capitán Lewis (no el que entregó al congreso y que todos hemos leído), nos narra cómo, además de la misión “oficial” que les impuso el presidente Jefferson de explorar el territorio de Louisiana y establecer comercio con los nativos, existía un segundo motivo: el de exterminar a los monstruos que se encontraran en su camino para poder así cumplir la doctrina del destino manifiesto, que reza que los Estados Unidos eran una nación destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta las del Pacífico. En efecto, desde el primer número nuestros intrépidos exploradores deben enfrentarse a una tribu de centauros comehombres… con cabeza de búfalo americano, seguidos de una plaga que convierte a todos los seres vivos en plantas, no tan pasivas como las de la reciente película de ANNIHILATION, y hasta al mítico Pie Grande. Lewis, igual que Darwin en el Beagle algunos años después (o el doctor Maturin de las novelas napoleónicas de Patrick O’Brian) debe catalogar a todas y cada una de estas nuevas especies, incluyendo las aves y plantas no homicidas, como buen naturalista. Aquí es donde el dibujo de Roberts sale a relucir. El comic, tanto el guion como el arte, tiene una estructura narrativa convencional, de progresión lineal y trazo limpio, lo que nos recuerda esas viejas series de aventuras clásicas de nuestra infancia. Sin pretender reinventar el hilo negro, simplemente es una historia muy entretenida y muy recomendada.


EXTREMITY escrito, dibujado y creado por Daniel Warren Johnson. En la publicidad previa a que saliera el primer número lo promovían, por alguna razón, como un “revenge comic”, que técnicamente supongo que lo es, en el mismo sentido que MOBY DICK es un libro “sobre una ballena”. Honestamente no me llamaba la atención si no fuera por el nombre de su creador, al que yo recordaba con cariño por su irreverente webcómic SPACE MULLET, recientemente recopilado por Dark Horse, un comic que como su nombre indica nunca se toma muy en serio, pero al mismo tiempo lleno de sentido de la maravilla, y EXTREMITY es igual. En un mundo post-apocalíptico, hibrido de ciencia ficción y fantasía (imaginen La Tierra Moribunda de Jack Vance), una joven muchacha dibujaba todo el tiempo y ya desde niña era reconocida como la mejor artista de su clan… hasta ese fatídico día que llega un tirano loco y mata a su madre y le roba el hogar de su familia, y ya solo por sadismo extra le amputa la mano derecha. La chica lo ha perdido todo, hasta su identidad misma. Ella era artista, y ahora es… nada. La muchacha y lo que queda de su familia no descansaran hasta equilibrar la balanza. A lo largo de estos doce números viajaremos de un extremo al otro de este mundo exótico, de criaturas extrañas y costumbres aun más peculiares, de islas voladoras que inexplicablemente flotan sobre las ruinas de las antiguas ciudades del hombre, donde todavía se pueden encontrar maravillas tecnológicas (¿ya mencioné al robot asesino?) que ya nadie sabe cómo usar o reparar. Uno a uno, número por número, van cazando a los responsables de esta tragedia, igual que, sí por qué no, la saga de THE DEMON PRINCES del mismo Vance. El dibujo de Johnson es una mezcla de caricatura y de línea sucia, ideal para las fenómenos de este mundo, así como sus aspectos apocalípticos más crudos. Al final del día, la descripción que más me gustó fue la del mismo Daniel Warren Johnson, que en una entrevista simplemente dijo “Studio Ghibli meets Mad Max”.


SLOTS escrito y dibujado por Dan Panosian, al que debo admitir yo recordaba solo como un entintador (y ocasional dibujante) bastante mediocre en los años 90s. Es obvio que su trabajo reciente en el campo de la publicidad comercial le ayudó mucho porque este comic es un verdadero salto cuántico de calidad. La historia inicia con un boxeador retirado, ya mayor de cincuenta y convertido en raterillo de poca monta, que regresa a Las Vegas para una última pelea y un plan descabellado para redimirse ante sus amigos y su familia. Un plan absurdo que de ninguna manera puede funcionar. Stanley Dance es un perdedor, y a pesar de lo que han visto en las películas de Hollywood, un perdedor nunca gana. ¿O sí? ¿Puede ganar si lo pierde todo? Stanley Dance, mal padre, mal esposo, alcohólico y mujeriego. Es decir, la clase de personaje con la que queremos convivir (¿quién rayos querría pasar una velada con un boy scout aburrido como Superman?). Todos conocemos a un Stanley Dance. O quizá somos Stanley Dance. Este es un comic que suda noir de cada poro. No es la ciudad de Las Vegas de OCEAN’S ELEVEN, de los casinos y las luces de neón, sino la versión original de la Ciudad del Pecado. El titulo mismo tiene un doble sentido. Si prefieren los finales felices y los superhéroes, quizá sea mejor que mantengan su distancia. De lo contrario, si disfrutan de personajes de moral ambigua, fracasados como si arrancados de una novela de David Goodis, de un humor negro como la pólvora, bienvenidos al obscuro mundo de SLOTS.


REDNECK escrito por Donny Cates y dibujado por Lisandro Estherrer, dos creadores que confieso no conocía con anterioridad (aunque acaba de iniciar otra serie llamada GOD COUNTRY del mismo escritor que también me está divirtiendo). En parte, supongo que ese es el atractivo del sello Skybound, y de Image en general. Descubrir nuevos creadores. REDNECK es una historia de vampiros, pero antes de que volteen la página asqueados, estamos hablando de vampiros diferentes a los que quizá conozcan. Vampiros que, como ya nos lo sugiere el título, no son los sofisticados y elegantes vampiros de Anne Rice (mucho menos esos impostores que brillan de la serie de TWILIGHT), sino lo que se conoce como white trash. Hillbillies. No son los más inteligentes ni los más educados, y dejémoslo así. Una familia de vampiros que viven en un pequeño rancho en Texas, alejados de la sociedad en general, y que sobreviven de la sangre de su propio ganado. Por desgracia, como en todas las familias, hay miembros más jóvenes (léase, más idiotas) que otros. No todos son capaces de controlar su adicción a la sangre como los más viejos. Un junkie es un junkie, al final del día (pun intended). A lo largo de la serie se nos va explicando la larga historia de la familia Bowman y los Landry. ¿Ya mencioné a los Landry? Otra familia, ésta de seres humanos normales, que ha jurado matar a todos los Bowman desde hace más de un siglo. En más de una manera, REDNECK nos recuerda el lamentablemente desaparecido AMERICAN VAMPIRE de Scott Snyder & Rafael Albuquerque, quizá con una pizca del SOUTHERN BASTARDS de Jason Aaron & Jason Latour (y que recientemente acabo de descubrir que en España la tradujeron como “Paletos cabrones” que recibe mi voto a Greatest Name Ever). La vida de tranquila soledad de la familia Bowman llega a su fin, para bien o para mal, al final del primer arco. Me gusta un comic que no tiene miedo de cambiar el status quo, aun cuando están tan bien construidos.

La verdad es que pude haber escogido otras series de Skybound. Sin pensarle mucho, se me ocurre GASOLINA de Sean Mackiewicz y Niko Walter, una historia de narcos en la frontera de México y los Estados Unidos con toques sobrenaturales, o la fantasía urbana de BIRTHRIGHT de Joshua Williamson y Andrei Bressan. Quizá hasta EVOLUTION (aunque hasta ahora el mayor atractivo ha sido el dibujo de Joe Infurnari). El mismo Kirkman acaba de iniciar una nueva serie llamada OBLIVION SONG que no empieza mal. El punto es que, igual que con Image, aquí hay algo para todos si tan solo se toman la molestia de buscarle.