domingo, 27 de mayo de 2012

EL SISTEMA SOLAR DE KIM STANLEY ROBINSON

Este martes pasado acaba de salir 2312, la nueva novela de Kim Stanley Robinson, y un buen amigo que vino de Chicago a visitarme tuvo el buen detalle de traerme una copia (ojala todos los libros me llegaran tan rápido y barato. Tengo entendido que en Inglaterra el libro salió hasta el jueves 24). Debo confesar de antemano, en aras de la sinceridad, que no sigo a este escritor tanto como otros aficionados. He disfrutado de sus libros menos populares, como THE YEARS OF RICE & SALT (que he mencionado en más de una ocasión), mucho más que de su famosísima trilogía de Marte, por ejemplo, que nunca me acabó de gustar tanto como todo mundo me dijo que iba a suceder. En mi opinión, esa trilogía y su éxito arrollador fue la responsable de toda una década entera de novelas marcianas lentas y aburridas, casi como si escritas por ingenieros civiles para ingenieros civiles, como MOVING MARS de Gregory Benford, o WHITE MARS de Brian Aldiss (que usualmente es un autor mucho más entretenido), y sobre todo la intragable trilogía de Marte de Ben Bova. Gracias a los dioses por novelitas como RED DUST de Paul J McAuley, con sus DJs piratas, emperadores chinos y Elvis Presley, que regresó un poco de diversión al planeta rojo…

(No estoy abogando que regresemos al Marte romántico de Edgar Rice Burroughs, o al imposible de Ray Bradbury, excepto muy de vez en cuando, como con “ A Rose for Ecclesiastes” de Zelazny, o en el reciente tributo a Leigh Brackett que hizo Moorcock, pero aun un Marte basado y limitado en lo que conocemos científicamente del mismo puede ser muy entretenido si se maneja correctamente.)


Habiendo dicho todo esto, lo que había escuchado y leído sobre el nuevo libro de Kim Stanley Robinson se oía muy interesante (y de nuevo, el “envió” casi instantáneo me salió gratis), así que decidí leerla en cuanto la tuve en mis manos. Me acabó gustando, aunque me parece que no tanto como a otras personas, guiándome por algunos de los comentarios que he encontrado en internet. Creo que disfruté de las ideas más que de la trama en si o los personajes mismos. Usualmente me pasa lo contrario con las historias de KSR. No porque sus ideas sean pobres (aunque obviamente no es un especialista como Greg Egan o Stephen Baxter), sino porque normalmente su fuerte son sus personajes.





Aquí, lo que más recuerdo son los “Quebes”, un grupo cada vez mayor de computadoras cuánticas, cuyas líneas de pensamiento son virtualmente indistinguibles de los seres humanos, y ansiosas de ganarse sus propios derechos sociales. (Así como inteligencias sin registrar y no afiliadas, con sus propias ideas acerca de su lugar en el universo). O la ciudad en Mercurio, llamada “Terminator” que se mueve sobre enormes carriles para escapar la luz directa del sol (el calor hace que se hinchen los carriles, empujando a toda la ciudad hacia adelante, una brillante imagen). El nombre obviamente no se refiere a los modelos T-800 con cara de Schwarzenegger, sino al termino científico que significa la división entre la parte iluminada y obscura de un planeta. Es la clase de concepto que después de leerlo uno se pregunta porqué a nadie se le había ocurrido antes. Confieso que puso una sonrisa en mi rostro. Pero aun hay más, mucho más. Los asteroides horadados y completamente huecos que se usan como hábitats (una idea de su trilogía de Marte, por cierto). Hay costumbres exóticas y deportes extremos nunca antes vistos, como “brightside crossings”, cuyo nombre creo que se describe solo (y que asumo es un pequeño homenaje al famoso cuento homónimo de Alan E Nourse de los años 50s), hasta bodysurfing en los anillos de Saturno. No me sorprendería si vemos a esta novela entre las finalistas al Hugo el próximo año. Es la clase de libro que acaba siendo muy popular entre los lectores (más que entre otros escritores).


Los protagonistas, en comparación, se me hicieron meramente aceptables. Útiles para mover la trama hacia adelante pero nada más. Swan, la nieta de una legendaria mujer en la historia de la colonización del sistema solar, es una artista que se gana la vida diseñando el interior de terrarias (los asteroides huecos). Una diseñadora de mundos, literalmente. Cuando su abuela muere, Swan recibe, como en buena novela pulp, 3 sobres. Uno es para ella, otro es para el socio de su abuela (que se acaba convirtiendo en su amante) y el último es para un científico que vive en Io. Esencialmente es la excusa para que Swan viaje de un extremo a otro del sistema, una especie de Grand Tour que le permite a KSR enseñarnos las maravillas que ha concebido para cada planeta y luna habitada. No hace tanto tiempo, el siempre impredecible Charles (ACCELERANDO) Stross hizo algo parecido con su SATURN’S CHILDREN, ligera en trama pero saturada de ideas. Seguramente todos recuerdan la novela FRIDAY de Heinlein. Como en los cuentos de John Varley de los años 70s, cambiar de sexo es relativamente fácil y barato, casi como cambiar de ropas, y por eso mismo todos lo practican un par de veces en su vida. Swan, por ejemplo, fue padre de un niño y madre de otro. Admito que la extraña dinámica social que esto crea hace de la relación entre Swan y su amante algo fascinante. Como en novela de Le Guin, hay más de un personaje con nombre neutro y diálogos sin pronombres, lo que hace imposible al lector saber si estamos lidiando con un personaje masculino o femenino. Esto se me hace maravilloso. Ser un personaje homosexual no tendría por qué ser tu principal característica. Es como decir que tienes ojos azules, o el pelo rubio. Eso evidentemente no determina quién eres.


El problema aquí, creo yo, es simplemente que KSR no tenía suficiente trama para llenar casi 600 páginas. A KSR siempre le ha gustado divagar, tomarse su tiempo para llegar a algún punto, salirse por la tangente, pero creo que hasta para sus estándares aquí hay mucha paja que un editor más estricto (con un autor menos famoso) pudo haber removido sin afectar la novela en lo más mínimo. La lentitud de la narrativa es intencional en ciertas partes, claro, intentando reflejar que el viaje interplanetario es de hecho bastante lento. Esto por lo menos lo distingue de la mayoría de otros libros en donde llegamos del punto A al B de un capitulo a otro.  Todo esto es irónico si consideramos que KSR espolvorea su historia con bastantes escenas de “peligro”, de una space opera típica, desde los túneles claustrofóbicos en Mercurio, hasta el espacio exterior donde deben abandonar una nave naufragada en trajes espaciales, pasando por la superficie congelada, en plena terraformación, de Venus y la viuda negra Lakshmi. Me queda la impresión que, en teoría, este libro tendría que haber sido mucho más emocionante.

sábado, 19 de mayo de 2012

BACIGALUPI Y LA LITERATURA JUVENIL

Un libro que tenía ganas de leer desde hace un par de semanas era THE DROWNED CITIES de Paolo Bacigalupi. Este autor, por supuesto, nos deslumbró a todos hace un par de años con la publicación de su ya famosa THE WINDUP GIRL, que acabó arrasando con todos los premios del 2010. Como comenté en una de las primerísimas entradas de este blog, la novela en efecto es muy buena (siempre es divertido cuando un libro de ciencia-ficción está situado en el Tercer Mundo, claro) pero no estoy seguro si de verdad se merecía todos esos premios. Muy pocas novelas, después de todo, logran ganar el Hugo y el Nebula el mismo año. NEUROMANCER lo hizo, por ejemplo. Casi más de 30 años después todo mundo recuerda a NEUROMANCER, el primer grito de batalla “oficial” de los cyberpunks. Parte de mi duda si recordaremos a THE WINDUP GIRL en 30 años.


La razón por la que quería leer la nueva novela de Bacigalupi, sin embargo, es que la habían promocionado con el infame sello de “Young Adult Literature”. De hecho, algún crítico la acusó de ser la novela YA más violenta de todas. Si uno considera que THE HUNGER GAMES de Suzanne Collins es básicamente sobre niños asesinándose entre sí en formas cada vez más brutales, confieso que mi curiosidad se vio intrigada.


La verdad no leo muchos libros YA. Normalmente no le tengo mucha paciencia a este tipo de novelas. Quizá sea la reacción de antipatía normal y saludable de cualquier persona razonable cuando se encuentra con un “bestseller internacional”. Quiero pensar, por otra parte, que esa no es toda la historia. No necesariamente porque dominan el mercado mundial en ventas quiere decir que estos libritos son basura. Los libros de Harry Potter, de hecho, no son tan malos. Por el contrario, hay mucho rescatable (también tienen varios problemas, aunque eso es otra discusión muy larga). Pero seamos honestos, el hecho es que hay mucha basura en este género. El problema, en mi opinión, es que los gringos tienen esta idea de que “literatura para niños” (en circunstancias ordinarias, seguramente una meta muy noble) no significa historias de atractivo universal, que pueden ser leídas y disfrutadas por niños y adultos por igual. Para ellos significa historias simplonas, no muy complicadas, y con personajes relativamente superficiales (para no confundir a los pequeños, supongo).


La mayoría (no todos) se enfocan en los aspectos telenovelescos, en el común denominador más bajo que, no sorprendentemente, apelan a la mayor cantidad de personas. Solo necesitamos ver cualquier libro de TWILIGHT de Stephenie Mayer. Evidentemente existe toda una generación de jovencitas adolescentes que quieren ser “salvadas” por vampiros (siempre y cuando tengan caras bonitas). Como están diseñados para lectores de edades entre 10 y 21, estos libros usualmente tienen protagonistas adolescentes o niños, pero a pesar de la avalancha de los últimos 10 años de intragables películas de adolescentes, por si solo esto no tendría que ser un impedimento para narrativas mucho más sofisticadas. Recordemos LORD OF THE FLIES de William Golding, por ejemplo. Grandes clásicos de la literatura igualmente parecen cumplir con estas condiciones y no apestar, como LE PETIT PRINCE de Saint-Exupéry, o el LITTLE WOMEN de Louisa May Alcott. Pensemos en Mark Twain, o Philip Pullman, o Roald Dahl. Mucha gente olvida, o simplemente ignora, que el protagonista sociópata de la novela A CLOCKWORK ORANGE (a diferencia de la extraordinaria película de Kubrick) solo tiene 15 años. Sin embargo, hoy en día, las novela YA parecen estar intrínsecamente ligadas a elementos fantásticos (razón por las que aparecen en este blog, después de todo) lo que probablemente las haga aparecer más “infantiles” ante los ojos de muchos. Ejemplos ligeramente menos famosos que la saga de la señora J.K. Rowling podrían ser el CORALINE de Neil Gaiman, o inclusive los primeros libros de la serie de Ender Wiggins del homófobo Orson Scott Card. En resumen, nada le impide a estos libros aspirar a ser literatura de verdad, aparte de los edictos arbitrarios de las grandes editoriales.


Así pues, ¿logra el libro de Bacigalupi ser bueno? Como buen político en época de elecciones voy a contestar con un sí y no simultaneo. Un “definitely maybe”. La historia ocurre en el mismo universo que su SHIP BREAKER del año pasado, pero no es necesario leer aquella novela para entender esta. Distintos personajes (excepto por uno), distinto lugar. Ya que en la primera nos dedicamos a conocer bien este universo, Bacigalupi tiene la libertad de dedicar esta segunda novela a un solo lugar, específicamente la ciudad sumergida de Washington DC. Los desastres ecológicos que han causado este mundo (recursos naturales agotados, un calentamiento global que causa que la  superficie de los mares suba hundiendo a casi todas las ciudades del mundo, como en la clásica novela de Ballard) no están tan alejados de la realidad de THE WINDUP GIRL si vamos para el caso. Si bien esa otra novela ahondaba mucho más en las causas y las consecuencias de este mundo de pesadilla que THE DROWNED CITIES, el nuevo libro de Bacigalupi no se amedrenta a la hora de la verdad. Aparte que los protagonistas son jóvenes (aun más pequeños que Nailer, el héroe de SHIP BREAKER), aquí no hay nada que nos haga pensar que fue escrita para niños retrasados mentales. En ese sentido me recuerda las novelas “juveniles” que Heinlein escribía en los 50s. (La etiqueta de Young Adult no existía todavía)

En caso que alguien aquí este preocupado por lo que leen sus hijos, la novela resulta en extremo violenta. Hay escenas bastante graficas y explicitas. Nunca me quedo la impresión que fueran gratuitas, sin embargo. Todas tenían razón de ser, según yo, y son necesarias para la trama, pero debo aclarar que yo no tengo hijos, y a la mejor mi filtro no está desarrollado lo suficiente. Solo sé que a mí me gustó. Al final del día es lo único que puedo decir o no, y ultimadamente es todo lo que me importa. Me gustan este tipo de historias donde personajes no son ni buenos ni malos, aquí no hay sombreros blancos y negros, y sobre todo donde gente ordinaria debe cometer atrocidades para poder ayudarse entre sí y sobrevivir. Caveat emptor!

sábado, 12 de mayo de 2012

FEMINISMO Y EL NEW WEIRD

La noche de antier una amiga me comentó que tenía ganas de leer cuentos de “ciencia-ficción feminista” y me preguntó si la antología A WOMAN’S LIBERATION, editado por Connie Willis y Sheila Williams, valía la pena. Con mucha pena, tuve que admitir que ni siquiera había escuchado de ese libro, mucho menos haberlo leído. Cuando me enteré que había sido publicado en el 2001, hace más de 10 años, investigué un poco más. (Si tan solo para no quedar tan mal con ella). Revisando la tabla de contenidos en la página de Amazon, sin embargo, me doy cuenta que para propósitos prácticos ya leí este libro completito.


Esto es debido a que la colección en realidad no ofrece ningún cuento que no hayamos visto ya en muchas (muchas, muchas) ocasiones anteriores. En mi opinión, todas las historias aquí reunidas valen la pena (y en el improbable caso que no las hayan leído, háganlo ya por favor), y la mayoría cumplen con el cometido, teniendo protagonistas femeninos bien logrados, y que sobre todo rompen con aquellos lamentables estereotipos tan prevalentes en la ciencia-ficción de hace medio siglo. Clichés como la exuberante princesa o la hija del científico, cuya labor principal era la de ser raptadas y luego rescatadas. Personalmente, sin embargo, habría preferido quizá una selección de material más obscuro. Estoy seguro que todos ya conocen “Even the Queen” de Connie Willis, por ejemplo, su famoso cuento sobre la menstruación (según yo no tan bueno como el que escribió Alan Moore hace casi 30 años para SWAMP THING, que además tenía la virtud de añadir a mujeres lobo en la receta, pero aun así excelente), o el clásico “Speech Sounds” de Octavia Butler, hasta el día de hoy una de las poquísimas mujeres de color que participó dentro del campo de la CF (ya ven que a los gringos parece fascinarles el color de la piel de los autores más que lo que escriben), o el “Rachel in Love” de Pat Murphy, que hasta la acusaron de promover el bestialismo, todos ganadores de premios, pero cuántas veces no nos los hemos encontrado, estos mismos cuentos, en tantas otras antologías? (El de Butler lo vi hace tan solo un par de años en WASTELANDS: STORIES OF THE APOCALYPSE de Night Press)


Hay un par de selecciones curiosas. “Of Mist, and Grass, and Sand” de Vonda N. McIntyre es un maravilloso cuento, probablemente mi favorito de la colección, pero no me queda claro qué tiene de “feminista” (a menos que tan solo el hecho que una mujer se tomara la molestia de sentarse a escribir un cuento de CF en vez de estar en la cocina ya sea considerado un acto revolucionario). Si leyeron alguna vez su extraordinaria novela DREAMSNAKE, se trata del mismo personaje. Como los demás relatos, la protagonista es una mujer de fuertes convicciones, que debe tomar difíciles decisiones (decisiones que quizá un hombre no se atrevería a hacer, por distintas razones) y que está dispuesta a vivir con las consecuencias. Las personajes aquí presentes no son ni víctimas ni por el contrario las típicas “bad girls”. Simplemente son mujeres verdaderas. Alguna vez Ursula Le Guin (cuya contribución aquí es la novela corta “A Woman’s Liberation”, sobre el verdadero precio de la tan añorada libertad) dijo que lo que la atraía a la CF, a pesar de todos los prejuicios adolescentes, era precisamente sus características imaginativas, esa atmosfera de  “what if” donde una escritora podía atreverse a explorar todas las alternativas y posibilidades de las mujeres en sociedades diferentes a la actual. Reiterando, aquí posiblemente no van a hallar algún cuento que no hayan leído ya con anterioridad, pero el libro ofrece excelente material y vale la pena conseguirlo.


Por otra parte, una antología que apenas salió este miércoles pasado parece más atractiva a pesar que de nuevo es una colección de material ya viejito. THE WEIRD: A Compendium of Strange & Dark Stories, editada por Jeff VanderMeer. VanderMeer, por supuesto, además de ser un escritor extremadamente original, se ha convertido en el santo patrono y gurú del movimiento New Weird (ejemplificado sobre todo por las novelas de la ultima década de China Miéville), así como Bruce Sterling alguna vez la hizo de “Chairman Bruce” para los cyberpunk en los 80s. El “New Weird” es una literatura intencionalmente difícil de clasificar. Ni horror, ni fantasía ni ciencia-ficción, pero tampoco realista… y con elementos de todos los anteriores. El famoso cuento “In the Hills, the Cities,” de Clive Barker podría ser el ejemplo perfecto.

 


Es un subgénero relativamente nuevo. Fresco, original, muy atractivo. VanderMeer intenta rastrear sus raíces en este volumen masivo. Énfasis en la última palabra, por favor. Se tratan de 750 mil palabras reunidas dentro de sus portadas. Más de 1150 páginas, con letrita pequeña y hasta divididas en 2 columnas por página (intentando emular el look original de la legendaria WEIRD TALES). Escritores de más de 20 países distintos, muchos no anglosajones y con obras recopiladas a lo largo del siglo XX. Una vasta selección de material que pretende ser definitiva, y que le permite a cuentos como el “Details” de China Miéville el compartir espacio con el “Axolotl” de Julio Cortazar. A Haruki Murakami el estar al lado de H.P. Lovecraft, y a Stephen King el juntarse con Rabindranath Tagore. A Kafka con William Gibson. A Borges con Kelly Link. Y Ray Bradbury. Y Leonora Carrington. Y Harlan Ellison. Y Lord Dunsany. Y Neil Gaiman. En resumen, no les quedó tan mal la colección.

A diferencia de A WOMAN’S LIBERATION aquí hay cuentos que seguramente les serán familiares al lado de otros que muy probablemente nunca han visto. Para los gringos en particular, hay varios relatos traducidos al inglés por primera vez (otras son traducciones nuevas, comisionadas específicamente para este libro, como el caso del relato de Julio Cortazar). Aquí hasta los lectores de largo colmillo podrán encontrar con toda seguridad algo nuevo. En mi caso particular, por ejemplo, ya había escuchado yo mucho de Jean Ray (de Bélgica), pero confieso que nunca le he leído nada. O autores como la escritora catalana Mercè Rodoreda, o Ryunosuke Akutagawa del Japón de la Primera Guerra Mundial, de quienes apenas y he escuchado algunos rumores nada más.

Existen algunas ausencias notorias, como Ballard o Machen, pero tengo entendido que esto fue debido a problemas con los permisos de reimpresión. Igualmente quizá algunas de las selecciones especificas se podrían cuestionar. En vez de “El Aleph” de Borges yo a la mejor habría escogido su "Tlon, Uqbar, Orbis Tertius." En vez de “The Dunwich Horror” de Lovecraft (una de las pocas donde el protagonista logra vencer al horror cósmico de turno. ¿Quién diablos quiere leer un relato optimista de Lovecraft?) yo quizá habría seleccionado “The Shadow Over Innsmouth”. Estos son meros detalles, claro. Tan solo leyendo la bastante ecléctica lista de autores ya debería ser más que suficiente para motivarlos a comprar este tabique de libro. Todo un acontecimiento literario. Mi copia debe llegar esta misma semana, y no puedo esperar!

viernes, 4 de mayo de 2012

EL GENIO DE NACOGDOCHES

Releyendo las últimas páginas del blog, de repente me cayó el veinte. En la entrada sobre STORIES mencioné que mi historia favorita (junto con la de Gaiman) había sido la de “The Stars Are Falling”. En la de antologías modernas de Cthulhu, mi preferida fue “The Crawling Sky”. En esa misma entrada, en la sección de comentarios, cuando platiqué sobre 999, lo primero que recordé fue “Mad Dog Summer”. ¿El mejor cuento en REVELATIONS, la antología de Clive Barker? “The Big Blow”. ¿Cuál es el común denominador entre todos estos relatos? Se trata del mismo escritor, el singular Joe R. Lansdale.


Lansdale, casi la definición de autor sui generis, lleva más de 30 años entreteniéndonos con sus muy particulares historias. Ustedes escojan. Sus cuentos o novelas. Sus comics. Sus guiones para televisión. (Creo que todo mundo esta de acuerdo que la mejor serie animada de Batman de los últimos 20 años fue la de Paul Dini y Bruce Timm, y los mejores episodios fueron los que escribió Lansdale). En resumen, por cualquier parte que lo vean, si leen este blog es muy probable que ya estén familiarizados con Lansdale. Generalmente se le ha intentado recluir dentro del gueto de Horror (tan solo hace unos meses recibió el Bram Stoker Lifetime Achievement Award, poniéndolo en compañía de gente como Stephen King y Ray Bradbury), pero intentar etiquetar lo que Lansdale escribe es quizá un esfuerzo en futilidad. Con solo leer un manojo de historias suyas nos lo demuestra, ya sea un par de personajes que creen ser la reencarnación de Elvis Presley y JFK (uno de ellos es negro) enfrentando a una momia maligna, o Wild Bill Hickock, Toro Sentado (y la cabeza de Buffalo Bill) viajando a Japón para rescatar al monstruo de Frankenstein, o un cruel muñeco de madera dándole ordenes a su pandilla de maleantes a través de su tímido ventrílocuo, o Jonah Hex despertando dentro de un barril de orina y vinagre, para bien o para mal nadie escribe como Joe R. Lansdale.


Estoy seguro que no necesito recordarle a nadie por aqui títulos como la post-apocalíptica “Tight Little Stitches in a Dead Man’s Back”, o “By Bizarre Hands”, o “Night They Missed They Horror Show”, o “Letter From the South, Two Moons West of Nacogdoches”, e infinidad de otros tantos más. Novelitas como MUCHO MOJO, o THE DRIVE-IN, o TWO-BEAR MAMBO o BUBBA HO-TEP. Nombres y relatos tan famosos que todos los conocen, aun si no necesariamente ya los leyeron. Tan famosos, sin embargo, que por alguna razón parecen eclipsar todo lo que vino después. Mucha gente parece haber olvidado que el señor continua escribiendo hasta nuestros días, y como se comprueba por los relatos que enumere en mi primer párrafo, escribiendo mejor que nunca!



La semana pasada me tocó decidir cuál nuevo libro de Lansdale leer a continuación. Siempre un agradable problema. Todo esto debido a la reciente publicación de su nueva novela, EDGE OF DARK WATER. Sin embargo, mientras más leía sobre este libro, más me molestaba algo. Hasta la más superficial lectura de la sinopsis ya nos indica que quizá la premisa se parece un poquito demasiado a obras anteriores, como a su monumental THE BOTTOMS (la novela que creció a partir del “Mad Dog Summer” que mencioné arriba, y posiblemente su obra maestra), o a libros más recientes como ALL THE EARTH, THROWN TO THE SKY, o inclusive A FINE DARK LINE. El punto de vista de narradores niños a punto de convertirse en adultos, una serie de asesinatos y el subsecuente misterio en un pueblito del sur, la dura vida en plena Gran Depresión, inclusive la participación de una leyenda folklórica (el Hombre Zorrillo) me recuerda más bien al Hombre Chivo de THE BOTTOMS. Libros extraordinarios, claro, que recuerdan a Faulkner o a Flannery O’Connor en sus mejores días, o quizá más apropiadamente a Harper Lee, o inclusive a Mark Twain (si escribiera después de consumir cantidades industriales de láudano), pero al fin y al cabo no algo nuevo. Este es territorio familiar para Lansdale, y el chiste de leerlo, por supuesto, es precisamente cuando está explorando nuevos horizontes literarios. El punto es que, conociendo a Lansdale, sé de antemano que EDGE OF DARK WATER va a ser un buen libro, pero por todo lo anterior finalmente decidí saltármelo y mejor escoger su DEADMAN’S ROAD.


DEADMAN’S ROAD es una colección (cortesía de la siempre impredecible Subterranean Press) de todas las novelas cortas y cuentos sobre el Reverendo Jebediah, un personaje que más bien parece sacado de los cuentos de Manly Wade Wellman, y que seguramente ya lo habrán encontrado en algún relato con anterioridad. Empezamos, ni más ni menos con la ya clásica novela corta “Dead in the West”, donde apareció por primera vez este personaje que deambula por todo el Sur con solo un par de pistolas como compañía, un reverendo que odia al Dios que nos creo pero que aun así cumple con su misión de destruir todo lo impío. Que desprecia a la Biblia (a pesar de sabérsela de memoria), y que no le dice que no a un trago de alcohol o al ocasional encuentro carnal. En resumen, y como de costumbre, es un personaje de Lansdale garantizado a ofender a los lectores de mentes pequeñas. “Dead in the West” es quizá su mejor relato de zombies desde su famosísima “On the Far Side of the Cadillac Desert with Dead Folks” (Hay algo en sus títulos, por supuesto, que me recuerda mucho a Harlan Ellison).


Pero además tenemos a “Deadman’s Road”, que me trae a la memoria el “Skulls in the Stars” de Robert E. Howard, tenemos “The Gentleman’s Hotel” (sencillamente no hay palabras para describir lo divertido que es este relato sobre un pueblo fantasma y hombres lobos), “The Crawling Sky”, que mencioné arriba, donde el reverendo debe resolver el misterio de una cabaña abandonada y la cosa que la habita. “The Dark Town There” donde el reverendo debe unir fuerzas con una Mujer Gorda (si, como las de los carnavales ambulantes de la Depresión) para enfrentar a una pandilla de asesinos que victimizan a una pequeña comunidad de mineros, aislada de la sociedad.


Uno podría pensar que Lansdale odia a Texas, sobre todo el East Texas donde él vive. La gran mayoría de sus relatos ocurren ahí, y están poblados por los mas detestables (e idiotas) personajes que jamás van a conocer. Racistas, misóginos, atrasados, esposos violentos, padres abusivos, adolescentes pervertidos, se muerden las uñas de los pies, se sacan los mocos de la nariz con los dedos (acto que Lansdale describe con singular placer como Joyce y Leopold Bloom defecando). Las mejores portadas en los libros de Lansdale son las feas, que solo intentan describir el interior del libro. La prosa de Lansdale definitivamente no es para todos. Y sin embargo, y sin embargo... es obvio el cariño que tiene Lansdale con la tierra que lo vio nacer. Su oído para los dialectos regionales (no son exactamente ingles) es simplemente virtuoso. Sus descripciones naturales nos hacen olvidarnos de los pueblerinos chupándose los dedos que acaban de explorar sus narices en la oración anterior. (En el absurdamente improbable caso que no conozcan la ficción de Lansdale, échenle un ojo a su HIGH COTTON, una de sus mejores colecciones de las primeras dos décadas de su carrera).

El mes pasado la sección literaria del mismísimo NY TIMES le dedicó toda su portada a Joe Lansdale, llamándolo “genio” (y los payasitos del NY TIMES no usan esa palabra con mucha frecuencia). Como se menciona, Lansdale no es el primer escritor en años recientes que empieza a recibir los elogios que siempre mereció después de haber comenzado como “escritorcillo” de horror y crimen. Recordemos a Elmore Leonard, a Ross Macdonald o inclusive a George Pelecanos. Es bueno saber que (aun si con 30 años de retraso) la gente empieza a conocer los meritos literarios de Joe R. Lansdale. (La parte donde Lansdale compara el no escribir con el estreñimiento es típico Lansdale):


(Y solo para ofrecer un punto de vista ligeramente distinto, aquí les dejo un link de Dan Simmons en persona, informándonos que quizá si debí comprar EDGE OF DARK WATER, después de todo):