viernes, 27 de septiembre de 2013

STEPHEN BAXTER VUELVE A ATACAR


Anoche pude terminar PROXIMA, la nueva novela de Stephen Baxter. La verdad es un escritor al que le he perdido ligeramente el gusto en tiempos recientes. Autor de ciencia-ficción Hard por antonomasia, creador de cuentos y novelas rebosantes de ideas, como a mí me gustan, la verdad es difícil negar el cargo que escribe mejores conceptos que personajes. Hasta Greg Egan se inventa personajes más interesantes. Quizá no entrañables como los de Jo Walton, pero por lo menos más reales. La mayoría de los protagonistas de una historia típica de Baxter son tan creíbles como los personajes de cartón unidimensionales de la Edad de Oro de la década de los 30s y 40s. Tan tediosos como los de Asimov, para que me entiendan. Me gusta pensar que la ciencia-ficción ya progresó más allá de eso…
 
 
Por otra parte, un elemento fundamental de la CF, quizá el principal, y el que la distingue de, por ejemplo, la Fantasía, son las ideas. Esos conceptos extraordinarios que te dejan boquiabierto. Ese elusivo “sense of wonder” que ningún otro género puede igualar. Su trilogía de “Destiny’s Children” no será perfecta, pero la segunda novela en la secuencia, EXULTANT, es sencillamente monumental. Lo mismo ocurre con la segunda novela en su trilogía “Manifold”, la ya clásica SPACE. Baxter, como su ídolo Arthur C. Clarke, es especialista en esto, y no es coincidencia que muchos autores posteriores, como Alastair Reynolds y Paul McAuley y hasta el mismo Charles Stross, tomen a Stephen Baxter como punto de inspiración. En cierta forma, es algo sorprendente (o quizá no tanto) y deprimente que Baxter sea tan poco conocido en México, considerando lo influyente que ha sido para el género.



Lo cual es mi excusa para admitir que sigo interesado en los libros de Baxter tan pronto como salen, si bien ya no necesariamente los compro (la reciente trilogía de “Northland” honestamente no me interesó para nada). PROXIMA, por otra parte, parecía ofrecer un regreso al Baxter clásico de principio de los 90s, con la trama funcionando como una excusa para cuestionar los “orígenes” del Hombre. Las intenciones eran osadas y audaces, con la característica ambición de Baxter. Las primeras cien páginas, desgraciadamente, donde nuestro protagonista y sus amigos intentan colonizar un mundo habitable que orbita alrededor de Proxima Centauri, bautizado como Per Ardua, me parecieron algo lentas. Como de costumbre, Baxter parece incapaz de controlarse y cada dos o tres páginas nos ofrece párrafos enteros de información científica, muy interesante pero completamente irrelevante para la historia. Como diría Umberto Eco en sus Apostillas a El Nombre De La Rosa: En los libros de Salgari “los personajes huyen a la selva perseguidos por los enemigos, tropiezan con una raíz de baobab, y de pronto el narrador suspende la acción para darnos una lección de botánica”. Para nuestra buena fortuna, la primera mitad del libro viene mezclada con capítulos que conciernen a la hermana de la otra protagonista de la historia. Una hermana imposible que no debe de existir (si recuerdan el momento en que apareció el personaje de Dawn en BUFFY, tendrán una idea de lo que estoy hablando). Un momento de revelación conceptual verdaderamente extraordinario. Al mismo tiempo, existe una tercera trama que concierne a la personalidad artificial Angelia. Alguien más ya comparó estos capítulos en específico con el cuento “Malak” de Peter Watts en la antología ENGINEERING INFINITY de hace un par de añitos, y supongo que es válido (aunque el cuento de Watts es mucho mejor, en mi opinión personal. De lo mejorcito, de hecho, de todo ese libro). Las escenas en el Marte dominado por la China comunista que vienen a continuación también son muy entretenidas y muy bien logradas. Me recordaron, si acaso, a las sociedades futuras de Bruce Sterling, donde cada detallito ha sido extrapolado y pensado con cuidado. Baxter no sería Baxter sin algún pequeño tributo a Arthur C. Clarke, claro, y los momentos en que los astronautas encuentran las “compuertas” es muy reminiscente de los monolitos en 2001.
 

Me da gusto, además, que Baxter parece finalmente haberse quitado su trauma contra la NASA. Todas las novelas de su trilogía “Manifold” tratan supuestamente sobre la Paradoja de Fermi, por ejemplo, pero básicamente es Baxter quejándose amargamente durante más de mil páginas por todas las promesas rotas de la NASA y el programa espacial gringo. Hey, yo lo entiendo. Es más, estoy de acuerdo con él. Una de mis novelas gráficas favoritas es la de ORBITER de Warren Ellis. De niño me prometieron que para el 2010 íbamos a tener bases en la Luna y en Marte por lo menos. ¿Dónde están? (¿Dónde está mi coche volador, si vamos para el caso?) Pero con todo el debido respeto, ¿que no se pasó quejándose de la NASA durante la otra trilogía de VOYAGE, TITAN y MOONSEED, sin mencionar más de una docena de cuentitos? (Por lo menos un tercio de los relatos en PHASE SPACE). Al siguiente tema, por favor.

En fin, es gracias a esas tramas paralelas que uno mantiene el interés hasta llegar a la segunda parte del libro, donde resulta que algo más de lo que pensábamos está ocurriendo en el planeta de Per Ardua. Algo tan increíble que probablemente solo se habría ocurrido a alguien como Stephen Baxter. La resolución final acaba siendo algo moralista, debo decir, e inevitablemente está sembrando semillas para un segundo libro, pero aun así creo que el libro es lo mejor que ha escrito en esta decada. Recomendada (de preferencia si ya son fans de Baxter y de la CF Dura y ya saben qué esperar)