El blog terminó el año pasado recordando a lo mejor de lo mejor del 2012 (según yo, por supuesto), y ahora inicia el año nuevo con una de las mejores colecciones de literatura fantástica (según todo mundo, créanme) en mucho, mucho tiempo. Era imposible que THE UNREAL & THE REAL no ganara todos estos cumplidos de antemano, claro, porque estamos hablando de una selección de los mejores cuentos en la carrera de la señora Ursula K LeGuin, ni más ni menos. Una selección escogida y organizada por LeGuin en persona (con ayuda de Kelly Link, haciéndola de editora en esta ocasión) que junta casi 40 de sus relatos en dos volúmenes masivos. El primero, WHERE ON EARTH, se concentra en sus historias de corte más realista, mientras que el segundo, OUTER SPACE, INNER LANDS reúne sus relatos de CF. Por supuesto, LeGuin siendo LeGuin, el primer libro no está exento de elementos fantásticos, mientras que el segundo alcanza alturas literarias que muchos escritores mas mainstream ya quisieran.
¿Qué puedo añadir que no se haya dicho muchas veces sobre LeGuin? Ganadora múltiple del Nebula, el Hugo, el Locus, el Tiptree, el Sturgeon, el National Book Award, un World Fantasy Lifetime Achievement Award, un Grand Master Award de la SF & F Writers of América, etcétera, etcétera. LeGuin es una de esas escasas escritoras (como Bradbury, por ejemplo) que logró “escapar” del gueto de la Ciencia-Ficción desde hace mucho tiempo. Sus libros y novelas son parte del curriculum de escuelas y universidades. Todo esto a pesar de que lleva casi 50 años escribiendo lo que solo puede ser definido como literatura fantástica. Sus novelas de Terramár son Fantasía descarada, historias de dragones y hechiceros. La clásica THE LEFT HAND OF DARKNESS, quizá su novela más famosa, ocurre en un planeta donde los “hombres” y “mujeres” en realidad no tienen un sexo fijo. La monumental THE DISPOSSESSED, continua siendo un himno anárquico tan relevante como cualquier libro de Ayn Rand. THE LATHE OF HEAVEN recuerda más una novela de Chesterton, en un futuro creado por los sueños (famosamente, Asimov una vez argumentó en una entrevista que eso “no era ciencia-ficción”). Como alguna vez dijo ella misma al recordar sus inicios: “I was going in another direction than the critically approved culture was. I was never going to be Norman Mailer or Saul Bellow; I didn't know who my fellow writers were. There didn't seem to be anybody doing what I wanted to do.” En vez de leer a Asimov o a Heinlein, leía a Isak Dinesen o a Italo Calvino o a Virginia Woolf, y luego se puso a escribir sus propias historias en otros planetas, solo que influenciadas por ese tipo de autores. A mí me encantan sus novelas, pero son sus cuentos cortos los que más amo. En mi opinión, ahí es donde más experimenta e intenta nuevas técnicas literarias, que a la mejor no siempre funcionan pero siempre es loable el esfuerzo. Por esa razón, me lancé de lleno a devorar estos dos volúmenes.
La selección, como siempre, puede ser discutida (si se atreve alguien a discutir con LeGuin y decirle que mejor hubiera incluido ese cuento en vez de éste), pero la introducción explica los criterios con bastante claridad. No incluyeron novelas cortas por obvias razones de espacio (lo que lamentablemente significa que no encontraremos joyitas como “The Word for World is Forest” o “Vaster Than Empires & More Slow”); ni tampoco cuentos demasiado relacionados con sus novelas (aunque podemos atisbar un vistazo de Terramár en “The Rule of Names” y al Ekumen en “The Matter of Seggri”). Incluyeron además algunos relatos que, en opinión de LeGuin, habían sido “injustamente olvidados”. Los cuentos no están acomodados en orden cronológico o de publicación, lo cual es otro acierto, según yo.
Los cuentos del primer volumen, WHERE ON EARTH, aparecieron originalmente en lugares como THE NEW YORKER, o PLAYBOY, o REDBOOK más que en ASIMOV’S o AMAZING STORIES, y quizá por eso mucha gente se confunde y se van con la finta. “Buffalo Gals”, es un perfecto ejemplo de lo que me estoy refiriendo. El relato no ocurre en el futuro, o en algún mundo distante, pero es difícil entender cómo esta bellísima fabula donde un niño sobrevive un avionazo y es adoptado por Coyote, el dios de los mitos indios, no es considerada como un prodigioso modelo de literatura fantástica. No por accidente ganó un Hugo y el Wold Fantasy. Varios de los relatos aquí presentes ocurren en el país ficticio de Orsinia, como “Brothers & Sisters”, escritos al principio de su carrera, o el muy superior “A Week in the Country”. Uno imagina que la joven LeGuin quizá pretendía que Orsinia fuera su propio Macondo, o Yoknapatawpha County (o el Castle Rock de Stephen King, si prefieren un caso menos rimbombante). Mi favorito de los cuentos de Orsinia siempre ha sido “Unlocking the Air”, de manufactura mucho más reciente, y donde LeGuin ya está más preocupada por la mecánica de la ficción que en la trama misma. Otro lugar donde a LeGuin le gustaba situar sus historias era el estado de Oregon, relatos que a primera vista parecería LeGuin en su aspecto más realista, casi como cuentitos de Sherwood Anderson retratando a toda una comunidad por medio de esbozos de una docena de personajes ordinarios, excepto que hablamos de un Oregon que no van a encontrar en ningún mapa. Quizá el mejor ejemplo sea “Ether, OR” (gran título), que recuerda mas sus sátiras de CHANGING PLANES, su colección sobre viajeros en aeropuertos.
El segundo volumen, OUTER SPACE, INNER LANDS incluye tales clásicos de la CF como “The Ones Who Walked Away From Omelas” (su parábola sobre el posible costo de toda utopía), “Nine Lives”, “The Matter of Seggri” (ganador del Tiptree), “Solitude” (ganador del Nebula), “She Unnamed Them” (cuando Alan Moore estaba terminado el mundo en PROMETHEA lo primero que me vino a la mente fue este cuento), “Semley’s Necklace”, y “The Shobies’ Story”. Uno de mis favoritos es el de “Sur”, donde una expedición de puras mujeres descubren el polo sur. No hay nada fantástico o mágico en esta emocionante narración de aventuras, excepto que nunca ocurrió, por supuesto. “The Matter of Seggri”, aparte de ser parte no oficial de sus historias sobre el Ekumen, es otro de los experimentos sociales de LeGuin. En un planeta donde la población de las mujeres supera por mucho a la de los hombres, el resultado directo es que los hombres tienen todos los privilegios, pero son las mujeres quienes tienen el poder. Mas importante, en realidad, es su estructura, narrado por medio de una serie de reportes científicos y pequeñas anécdotas folklóricas a lo largo del tiempo. LeGuin fue la pionera de la CF antropológica y sigue siendo su mejor exponente. “The Shobies’ Story” destaca por los puntos de vista contradictorios de cada uno de los narradores, cuando una nave logra el primer viaje interestelar instantáneo, y eventualmente se dan cuenta que no están experimentando la misma realidad entre sí. Una meditación post-moderna del poder de una narrativa para moldear la realidad a su alrededor. Otro cuento absolutamente LeGuinesco (si me perdonan el espantoso neologismo) es “The Author of the Acacia Seeds” donde lingüistas logran descifrar la literatura de las hormigas y el poetico baile de los pingüinos.
Releyendo estas historias (algunas por primera vez, admito), encuentro algunos que quizá yo no habría escogido. A la mejor habría preferido una de sus historias en el planeta de O, como “Mountain Ways”, donde dos mujeres que se aman profundamente deben elaborar una farsa durante décadas para poder permanecer juntas, o quizá “A Fisherman of the Inland Sea”, una de las historias sobre viajes en el tiempo más hermosas que jamás van a leer. Me sorprende que no la reimpriman más seguido. Pero ¿quién soy yo para discutir con LeGuin?
Toda una generación de escritores crecieron alimentándose de la rica leche materna que LeGuin ofrecía (y que continua haciendo hasta nuestros días, a los 83 años de edad. Lean su blog si no me creen). Autores como David Mitchell, tan merecidamente de moda estos días por la película que hicieron de su maravillosa CLOUD ATLAS, quien en más de una entrevista ha dicho que quiso convertirse en escritor después de leer las novelas de Terramár de niño; o el celebradísimo Michael Chabon, quien una vez dijo que LeGuin “helped shape my way of thinking about men and women”. ¿Quién entre nosotros puede leer THE BRIEF WONDROUS LIFE OF OSCAR WAO (ganadora del Pulitzer) del dominicano Junot Díaz, y dudar de la mano de LeGuin sobre el autor? Nuevas luminarias como Kelly Link y Jonathan Lethem no se apenan de admitir su influencia. Como un crítico alguna vez dijo, simplemente pensemos en ella como la “éminence grise of the American imagination”. Existen docenas de artículos y tesis y hasta libros enteros ofreciendo estudios sobre la obra de LeGuin, pero para qué leerlos cuando tenemos estos 2 volúmenes con LeGuin en persona explicándonos por qué tal y tal historia son mejores que esa o aquella, o exactamente qué es lo que intentaba decir en cada una. Si tan solo por las apostillas de LeGuin (una especie de DVD commentaries), estos libros valen la pena.
Yo tengo varias de sus colecciones, pero no todas. La mayoría son paperbacks de bolsillo asi que estos dos son una buena alternativa.
ResponderEliminarLastima que "The Word for World is Forest" no viene incluida, pero como dices, no voy a pelearme con la señora LeGuin.
Pero qué extraño.
ResponderEliminarTan solo la semana pasada compré un libro de LeGuin junto con uno sobre Dario Argento (no preguntes)
A ver si este fin puedo empezar a leerlo.
Un abrazo, mi hermano.
Mi relato favorito es "Los que se alejan de Omelas". Cada vez que lo recuerdo se me pone la piel de gallina. Magistral.
ResponderEliminarPor razones sentimentales (y probablemente irracionales), mi relato favorito de LeGuin siempre ha sido "Semley's Necklace", aunque obviamente es de los más sencillos que escribió.
EliminarGracias por la recomendación, los voy a conseguir cuando salgan. Saludos
ResponderEliminarHace unos días leí "El día anterior a la Revolución" y me dejo frío... Me sorprendió desagradablemente por eso. : (
ResponderEliminarMucha gente te va a decir que no es necesario leer THE DISPOSSESSED para poder apreciar “The Day Before the Revolution”, pero en mi opinión sirve mucho para dar un contexto al cuento.
EliminarHabiendo dicho eso, las historias de ancianitos (mujeres u hombres) al final de sus vidas tampoco son de mis favoritas. Quizá en algunos años, pero todavía no.
Ya que le has fusilado bastantes comentarios, al menos pon la referencia
ResponderEliminarhttp://www.bookslut.com/features/2012_12_019664.php
No estoy seguro a qué te refieres en especifico. ¿La cita de Le Guin admitiendo que nunca iba a ser la siguiente Norman Mailer? Ese es un comentario que ella hizo en una entrevista, y lo presento como tal. ¿O quizá mi descripción de la sociedad de THE LEFT HAND OF DARKNESS como una “donde los “hombres” y “mujeres” en realidad no tienen un sexo fijo”? Según yo, cualquier persona que haya leído el libro te lo va a describir con esas mismas palabras. No sé, a la mejor tu lo describes de otra manera.
EliminarO quizá no te estoy entendiendo.
Ya leí el artículo que posteaste en tu comentario y NINGUNA de mis descripciones de ninguno de los cuentos que menciono es similar (mucho menos idéntica).
¿Te refieres a que en ese artículo también hacen una comparación con la novela de Junot Díaz? Porque esa no es exactamente una idea nueva. (Sería como si yo digo que las novelas de Terry Brooks se inspiraron en Tolkien y que luego me acuses de decir algo que no inventé yo)
Efectivamente, la descripción de “éminence grise of the American imagination” lo saqué de ahí, pero de nuevo, menciono claramente en la postal que el comentario no es mío, sino de un crítico.
En todo caso, gracias por tu comentario.
"Una meditacion post-moderna del poder de la narritiva para modelar la realidad", comentario tuyo sobre The shobies story que esta palabra por palabra en el link que he puesto. O tu descripcion sobre The author of acacia seeds...que es identica, como lo es la de "Sur" donde hasta te permites el calcar el comentario sobre "que evidentemente nunca llego a ocurrir", en referencia a la historia. A eso me refiero. Esta claro que has tomado muchas cosas "prestadas" de esa entrada, por eso es justo poner el link.
ResponderEliminarUn saludo.
Hmm, no me había dado cuenta que UNA oración en mi descripción de “The Shobies Story” y otra más en mi descripción de “Sur” son iguales, tienes razón. Mea Culpa.
EliminarDe eso a decir que he tomado MUCHAS cosas “prestadas” (tus comillas malintencionadas), o BASTANTES (como mencionas en tu post anterior), como si me hubiera plagiado el artículo de alguien más, lo encuentro bastante ofensivo.
Para que le sigues contestando al troll?
ResponderEliminarDejalo que se aburra para que se vaya a molestar a otra parte.
Si, a fin de cuentas me di cuenta que tienes razón y decidí simplemente borrar el último comentario del troll. Me gusta pensar que siempre estoy dispuesto a discutir algún punto con quien sea, pero cuando los comentarios son tan obviamente malintencionados, no le veo el caso a continuar. En fin...
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