jueves, 8 de agosto de 2013

LO MEJOR DEL AÑO EN LA CIENCIA-FICCIÓN (2012-2013)

Como mencioné en el Face el otro día, después de no recibir libros en casi un mes, de repente me llegaron varios al mismo tiempo. Mejor razón para sacar del sarcófago y desempolvar al blog no pude encontrar. Me tardé algunos días porque el primero que escogí era un tabique de casi 800 páginas. No importa. Siempre que llega es invariablemente el primero que leo, pues me estoy refiriendo a THE YEAR’S BEST SCIENCE FICTION, la antología anual de Gardner Dozois, que precisamente cumple su treinta aniversario con este volumen. No hay palabras para describir el orgullo que siento por tener todos y cada uno de estos 30 volúmenes en los anaqueles de mi casa. Año tras año, no importa qué ocurriera en mi vida y en el mundo real, los he ido comprando fielmente y el esfuerzo ha valido la pena por mucho. Para todas aquellas personas que no tienen el tiempo para leer todas las revistas de CF en el mercado, la antología de Dozois es la solución.


Hoy en día, claro, la antología de Dozois ya no es la única que intenta recopilar lo mejor del año en el género de la CF. Está la de David Hartwell, por ejemplo (aunque por alguna razón este año la van a sacar hasta diciembre), mientras que la YEAR’S BEST SCIENCE FICTION & FANTASY editada por Rich Horton cumple ya cuatro añitos. Sin embargo, continúa siendo un hecho aceptado que la antología por vencer de cada año sigue siendo la de Dozois. Si solo les alcanza para comprar una, no le busquen más. Es la más grande, para empezar, lo que le permite ofrecernos no solo los cuentos cortos, sino además una gran variedad de novelas cortas. En mi opinión esto es de capital importancia porque en la CF es en las novelas cortas donde se puede experimentar más. Lo que distingue a esta antología por sobre las demás, sin embargo, es la introducción (de casi cien páginas) donde Dozois hace un análisis y resumen del año pasado en la CF, desde qué revistas nuevas existen (con sus correspondientes direcciones y guidelines para escritores) hasta breves comentarios sobre las colecciones, antologías y novelas del año anterior. Inclusive se da el tiempo de hablar de las películas y series de TV del género, así como, lamentablemente, de los obituarios del año. (Este año muy grande la lista)


¿Y qué tal la selección de cuentos? Este año la tenía difícil. El volumen anterior incluía joyas como “The Choice” de Paul McAuley, o “The Ice Owl” de Caroline Ives Gillman (ninguna de las dos ganó un Hugo o un Nebula, pero en un mundo perfecto lo hubieran hecho), así como la monumental “The Man Who Bridged the Mist” de Kij Johnson, la novela corta que se acabó llevando el Hugo y el Nebula. Afortunadamente, este año no dejó de producir maravillas propias. El primer relato de la antología, “Weep for Day” de Indrapramit Das es un estupendo ejemplo. Confieso que el nombre del autor me es desconocido, aunque recuerdo bien cuando leí este mismo cuento hace unos meses en ASIMOV’S. No me sorprende volvérmelo a encontrar. La trama es casi incidental (una mujer recordando un viaje en tren que tomó cuando niña). Lo extraordinario aquí es el fabuloso mundo que crea en tan corto espacio. En el futuro intentaré buscar más de la obra de este escritor nuevo. Esta es una de las virtudes de la antología de Dozois, por cierto. Como mencioné aquí mismo el año pasado, fue gracias a estos volúmenes que descubrí (hace ya casi veinte años) a cierto escritor entonces desconocido de nombre Greg Egan.

Otro cuento que me gustó mucho fue “The Memcordist” de Lavie Tidhar, quien se ha convertido en unos de los principales autores de literatura fantástica en años recientes. El cuentito apareció originalmente en ECLIPSE ONLINE, la antología en línea que edita Jonathan Strahan, y es uno de sus mejores. Ocurre en el mismo universo de la Central Station (aunque nunca aparece). Antes de nacer, al protagonista le instala su madre un aparatito que graba cada momento de su vida. Resulta que es una vida nada interesante. Tiene pocos seguidores. Es decir, vive una existencia ordinaria. Excepto por un pequeño detalle al que regresamos obsesivamente una y otra vez (el relato está escrito en forma no-lineal). Si le quieren echar el ojo, aquí les dejo el link para que lo lean gratis:


Por cierto, Tidhar tiene un segundo cuento en este mismo volumen, “Under The Eaves”, que también pertenece al ciclo de la Central Station, que tan popular se ha vuelto recientemente (recuerdo que el primer cuento de la serie “The Smell of Orange Groves” apareció en dos diferentes antologías de lo mejor del año). Es una verdadera lástima que su nombre todavía no sea tan conocido aquí en México.


Otro que me encantó fue el de “The Girl-thing Who Went Out For Sushi” de Pat Cadigan, un cuento que salió en EDGE OF INFINITY, también editada por Jonathan Strahan. Tengo la colección, pero era uno de los relatos que nunca había leído por alguna razón. Qué bueno que la antología de Dozois me ofreció la oportunidad de cambiar esto. Trata sobre una trabajadora en la órbita de Júpiter. Casualmente solo tiene dos piernas. La mayoría de los obreros en órbita joviana son octópodos, y se hacen llamar sushi. Muy pero muy entretenida. Llena de ideas locas. Una historia algo irreverente, que no se toma las cosas muy en serio. En mi opinión debería haber más así.


El genial Hannu Rajaniemi nos recuerda que adoramos sus novelas pero nos enamoramos originalmente de sus bizarros cuentos cortos, con su “Tyche & the Ants”, donde la pequeña protagonista vive en una jaula de oro en la Luna, pero cuya verdadera vida secreta ocurre en la Otra Luna, detrás de la Puerta Secreta. Igualmente, Aliette de Bodard nos vuelve a maravillar con “Ship’s Brother” otro relato en su serie de “Xuya” (un futuro dominado por China y… los Aztecas, los únicos dos imperios en nuestro mundo con los recursos suficientes para tener programas espaciales) y que sirve como una especie de continuación de los inolvidables “Shipmaker” y “Shipbirth”.

Hay una que otra selección dudosa, debo admitir. Por ejemplo, vienen dos cuentos de Elizabeth Bear: “In the House of Aryaman, a Lonely Signal Burns” (bellísimo título) y la de “The Wreck of the Charles Dexter Ward” que coescribió con Sarah Monette. Ambos son buenos, y si alguien merece tener dos cuentos aquí es ella, pero personalmente yo habría preferido el de “The Deeps of the Sky”, que publicó en la mencionada EDGE OF INFINITY de Strahan.

Obviamente podría pasarme todo el día hablando de los cuentos aquí presentes. Para no aburrirlos más, y sin dar spoilers, otros que me gustaron mucho fueron: “The Water Thief” de nuestro viejo conocido Alastair Reynolds, “Nightside on Callisto” de Linda Nagata, “Fireborn” del siempre idiosincrático Robert Charles Wilson, y “Eater-of-Bone” de Robert Reed, otro relato más en su larga secuencia de la Gran Nave.

Antes que se me olvide, el cuento de Eleanor Arnason de este año fue el de “Holmes Sherlock” y también se puede leer gratis en línea en la página de ECLIPSE ONLINE (la revista tuvo un buen año como pueden ver). De una vez aquí les dejo el link también:



10 comentarios:

  1. Esa portada la reconozco de otra parte, sensei.
    O estoy imaginando cosas?

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    1. Como te decía en Facebook, mi estimado, es la misma ilustración de Michael Whelan que utilizaron para la novela FOUNDATION & EARTH de Asimov hace casi 30 años. No me preguntes por qué la usaron otra vez...

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  2. Postcards from the Edge ha regresado!
    Caramba, señor, ahora si la espera fue insoportable.
    Creo que eres de los primeros en todo el mundo que hace reseña de este libro. Hasta en la página de Amazon solo hay un comentario (no muy util, por cierto)
    Un abrazo.

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  3. La unica razon por que conozco a Lavie Tidhar es por su novela OSAMA que recomendaste el año pasado.
    Muy, pero MUY buena.
    Bienvenido de vuelta a la blogosfera, mi hermano!

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  4. Suena como que ese de Edge of Inifinity tambien amerita una postal del blog!

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    1. No es mala idea.
      A la mejor esa recibe más comentarios...

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  5. Gracias por el link de "The Memcordist", sensei!
    Me encantó! Que gran cuento, en serio.
    (El otro de Tidhar tambien es tan bueno? TENGO que comprar este libro!) :)

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    1. Sí, sí. Es de lo mejorcito de toda la antología. Me recuerda esos primeros cuentos que solía escribir Alastair Reynolds, como “Galactic North”, o quizá hasta “Thousandth Night”, ambos llenos de ideas e invenciones frenéticas.

      Los cuentos de la Central Station ocurren todos en un Tel Aviv del futuro (Lavie Tidhar creció en Israel), y son un poco más tranquilitos.

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  6. Como te comente en Facebook, no me gusto tanto el cuento de Rajaniemmi. Me sorprendio porque me encanto su novela “The Quantum Thief”

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    1. Te contesto entonces lo mismo que te puse en Face (jaja)

      Creo que a mí me gustó el cuentito más que a ti, pero admito que “Tyche & the Ants” no es su mejor. Me gusta mucho más por ejemplo su “Elegy for a Young Elk” de hace un par de años. (En la antología anual de Dozois de ese año hay un cuento de Chris Beckett que Dozois dice le recuerda a Zelazny. En mi opinión, el que recuerda mucho más a Zelazny es el de Rajaniemi)

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