Cuando me enteré que el maestro David Cronenberg había escrito una novela admito que agité la cabeza y suspiré. Que se dedique a hacer películas que es lo que sabe hacer tan bien, fue lo que dije. Y luego leí la novela… No me gusta usar el término obra maestra (tan gastado hoy en día), pero vaya que CONSUMED es buena. Muy buena. Para empezar es una novela intrínsecamente de nuestra época, con sus narcisistas protagonistas obsesionados por los nuevos gadgets en el mercado (la manera en que describen y babean por sus nuevas cámaras fotográficas con pasión fetichista es casi erótico). Como no le sorprenderá a nadie familiarizado con las pelis de Cronenberg hay página tras página de depravación y horror grotesco, por no decir asqueroso. La protagonista es una fotógrafa que anda buscando a un famoso filósofo francés, amigo de Sartre, que desapareció después de que aparentemente mató y se comió a su esposa. Mientras tanto, el otro protagonista conoce a un doctor que le toma fotografías desnudas a sus pacientes mientras están inconscientes y las exhibe como arte. Cuando se acuesta con una de estas pacientes desahuciadas, ella le dice: “I have nothing special left to seduce with except the scent of dying. That will be my lethal perfume”. El premio por esta dudosa conquista es una extraña enfermedad venérea que no existe. Es ese tipo de libro. Definitivamente no para todos pero a mí me encantó. Me extraña que lo sigan comparando con William Gibson. Si acaso me recuerda, mucho más, al Ballard de los 70s. ¡Ojalá Cronenberg hiciera una película de todo esto!
Supongo que Michel Faber se hizo famoso recientemente gracias a la adaptación que hicieron de su novela UNDER THE SKIN (aunque lleva más de una década escribiendo grandes libros y en mi opinión el tabique de THE CRIMSON PETAL & THE WHITE es mucho mejor, si bien no tiene ningún elemento fantástico). Con THE BOOK OF STRANGE NEW THINGS Faber regresa a la CF después de casi 15 años y lo hace con el tipo de libro que uno le daría a alguien que no lee mucha CF. A diferencia de autores como Peter Watts y Hannu Rajaniemi, que desde la primera página te avientan a la parte más profunda de la piscina y uno tiene que nadar o ahogarse bajo su propio esfuerzo, Faber se toma su tiempo explicando su mundo futuro. La historia de un misionario católico que debe visitar otro planeta para evangelizar a alienígenas por su propia petición recuerda por supuesto a obras anteriores como A CASE OF CONSCIENCE de James Blish, o la más reciente THE SPARROW de Mary Doria Russell (aunque por alguna razón ningún crítico se molesta en mencionarlos o notar las similitudes en sus reseñas. ¿Sera posible que hayan sido olvidados?). En ningún momento tan ambicioso como esos dos clásicos, THE BOOK OF STRANGE NEW THINGS es sin embargo como el regreso muy bienvenido de un viejo amigo.
Todo
mundo conoce la monumental CLOUD ATLAS
(aunque sea solo por la película) pero las demás novelas de David Mitchell
parecen existir en una especie de limbo invisible, por lo menos aquí en
Latinoamérica. Esto es una verdadera lástima porque todos sus libros son igual
de buenos. (Se podría argumentar que number9dream
es hasta mejor). Su nueva novela THE
BONE CLOCKS es, como de costumbre, no una historia sino más bien una serie
de novelas cortas que ocurren cada una en un periodo distinto y que se cruzan
entre sí de manera oblicua. Aquí no usa la estructura de espejo de CLOUD ATLAS sino que progresamos en
orden lineal (más o menos). Cada sección tiene un narrador diferente pero básicamente
todo orbita alrededor de Holly Sykes, a quien conocemos de adolescente en 1984 hasta
sus últimos días como abuela reclusa en 2043. La segunda sección, narrada por
Hugo Lamb que conoce a la joven Holly en Suiza es quizá mi favorita mientras
que la tercera, narrada por Ed Brubeck a quien conocimos de niño en la primera sección
y ahora está casado con Holly, es quizá la más lenta. Vale la pena perseverar
porque lo mejor quedó al final. Es solo al llegar hasta la última sección que
el efecto cumulativo nos pega de lleno. Mitchell construye sus novelas como un
relojero. ¿Ya mencione que dos grupos de inmortales están librando una guerra a
través del tiempo y el espacio?
Si al principio del año alguien me hubiera dicho que mi novela de CF favorita del año iba a ser una de William Gibson me habría reído (y luego lo corría de mi Facebook). En alguna ocasión mi escritor favorito, en años recientes le he perdido el gusto. THE PERIPHERAL, sin embargo, resultó un reencuentro con ese Gibson casi pirotécnico al que todavía recuerdo bien. Primero que nada es la primera vez que Gibson, profeta de la CF si alguna vez hubo uno, regresa al futuro desde su ALL TOMORROW’S PARTIES del siglo pasado (cómo vuela el tiempo). De hecho, Gibson está narrando dos futuros, pero más ya no puedo revelar. La trama tarda en arrancar un rato pero una vez que lo hace no se detiene en ningún momento hasta que acabas el libro entero de una sentada. Muchos de los capítulos son tan cortos (hay 124, algunos de tan solo un párrafo o dos) que la acción es frenética. La cantidad de ideas es una verdadera avalancha, como en novela de Charles Stross o Rudy Rucker. La historia tiene un final muy concreto, pero más de una persona ha comentado ya que THE PERIPHERAL es casi con toda seguridad el inicio de una nueva trilogía. No lo dudo. Gibson parece enamorado con ese formato. (Ciertamente quedaron un par de cabos sueltos y material de sobra para continuar la diversión).
Debo
decir que la idea no me llena de emoción. Con el tiempo me he dado cuenta que
mis libros favoritos de Gibson son los que inician
sus trilogías. PATTERN RECOGNITION
me gustó mucho (su última novela que disfruté, de hecho), mientras que las
otras dos se me hicieron entretenidas pero completamente innecesarias. VIRTUAL LIGHT me divirtió bastante, con
Gibson haciendo un esfuerzo consciente por alejarse del movimiento cyberpunk
que él mismo ayudó a engendrar, pero sus dos continuaciones me dejaron frio. Inclusive
con su trilogía original (y todavía la más famosa) adoré y sigo adorando a NEUROMANCER. Las demás… digamos que personalmente
habría preferido no volver a ver a mi querida Molly nunca más, como me lo prometió
la última oración de NEUROMANCER, pero
en fin. Por supuesto, sé de antemano que cuando salga la siguiente voy a ir
corriendo a comprarla como buen perro de Pavlov.
Ya
para terminar, una mención honorifica a la trilogía Southern Reach de Jeff VanderMeer, que no incluyo aquí porque
empiezo a creer que Gary K. Wolfe tiene razón y la trilogía es en realidad una
sola novela, dividida en tres libros, y por desgracia todavía no leo (ni
compro) el tercero. ¿Alguien más tiene otras sugerencias que olvidé?
Con lo de Gibson me has fastidiado, me pasa casi exactamente lo mismo que a ti .... y no tenía mucho interés en la nueva novela, pero ahora que hago yo, lerdo de mí que tiene que esperar a la traducción... NOOOO!!!
ResponderEliminarLo bueno de ser William Gibson es que no tiene que esperar mucho para que traduzcan sus libros. :)
EliminarDebo ser la única persona a la que no le gusto la película de "Cloud atlas"...
ResponderEliminarPor otra parte también me convenciste con la de Gibson!
Por el contrario, no fuiste el único. (Tristemente creo que estas con la mayoría en esta ocasión, mi estimado)
EliminarComo??? Donde esta “Ancillary Justice”?
ResponderEliminarJejeje, desde que la escribí anoche me estaba preguntando cuánto tardaría en aparecer esta pregunta. Como esperaba, fueron menos de 24 horas.
EliminarPara responder a tu pregunta, jamás estuvo en consideración.
¿Leíste Echopraxia? Yo en este momento me estoy haciendo garras con él. Me está gustando bastante, pero vaya que Peter Watts gusta de obscurecer lo que escribe. A veces me cae el veinte de lo que estoy leyendo hasta el tercer párrafo.
ResponderEliminarLeí ECHOPRAXIA con mucho entusiasmo, Luis... Y quizá ese fue el problema. Pocas novelas me han gustado tanto como BLINDSIGHT, y a la mejor mis expectativas eran demasiado altas.
EliminarEn resumen, me agradó pero no lo suficiente para meterla en la lista.
Se me pasaba mencionar. Recuerdo haber leído al propio VanderMeer decir que la trilogía del Southern Reach es en efecto uno solo libro, y que venderlo en tres partes fue la estrategia. Te enganchaba con la primera parte a muy buen precio, y luego te quedaban ganas de comprar las secuelas, en lugar de darte tiempo a dudar mientras contemplas el libro completo que sale más caro.
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