Alguien aquí tiene un Kindle (o un Nook)? Como ya muchos sabrán, es como un iPod, solo que en vez de bajar y tocar canciones, lo que hace es bajar libros que luego puedes leer en su pantalla. Sé muy bien que a mucha gente esto todavia no les convence. Prefieren tener el libro en sus manos, o poderlo mostrar en los anaqueles de su casa. A otros no les gusta leer de una pantalla pues lastima sus ojos. En mi experiencia es de por si difícil encontrar gente que les guste leer, punto, y todavía más complicado hallar gente que sea aficionada a hacerlo con un Kindle. Esto es, claro, debido a que la gente que sí es lectora apasionada de muchos años ya se acostumbró precisamente por eso a la sensación de tener un libro entre sus dedos. Los Kindle quizá entonces solo sean para las nuevas generaciones, que desgraciadamente no se caracterizan por ser grandes lectores. (A la mejor por esto último todos saben lo que es un iPod, pero muy pocos, por lo menos aquí en México, han siquiera escuchado de los Kindle)
Yo ya no soy exactamente chavito, pero personalmente los encuentro muy cómodos. Leo mucho de noche, usualmente ya acostado en mi cama, y el Kindle es ideal para esas situaciones. (Mucha gente prefiere transferir sus libros para mejor leerlos en su iPad, que efectivamente es una pantalla más grande, pero que yo encuentro algo incomodo si estoy acostado. Mis brazos se acaban cansando a los 20 minutos. Por otra parte, para leer comics el iPad es obviamente una mejor elección). Eso, y por supuesto el hecho que ya puedes comprar casi cualquier libro que se haya escrito por precios risibles, la gran mayoría inclusive por menos de un dolar.
Todo esto lo menciono porque casualmente anoche terminé de leer THE KINGDOM OF SHADOWS del idiosincrático KW Jeter en mi Kindle. A este escritor, uno de los Padres Fundadores (por accidente) del movimiento Steampunk, ya lo he mencionado con anterioridad en más de una ocasión. Recientemente, por cierto, aprovechando que el Steampunk se ha puesto muy de moda otra vez, la editorial Angry Robot volvió a reeditar sus novelas clásicas MORLOCK NIGHT e INFERNAL DEVICES con portadas nuevas bastante bonitas. Como es bien conocido, fue Jeter el que inventó la palabra "Steampunk", aunque cabría mencionar que lo hizo casi como una broma para intentar describir la obra de sus amigos Tim Powers y James Blaylock, al igual que sus propias novelas. Por todo esto, a la mayoría de la gente parece habérsele olvidado que de hecho Jeter nunca más volvió a escribir Steampunk en los últimos 20 años. Por el contrario, Jeter se ha dedicado a novelas de horror y de tipo contemporaneo. Su última novela, la experimental NOIR, fue hace más de 10 años, y con THE KINGDOM OF SHADOWS regresa a la escena con una novela histórica, donde los verdaderos elementos de horror poco tienen que ver con lo sobrenatural.
El libro está situado en los 1930s y 1940s dentro de la industria fílmica de Alemania. El "reino de las sombras" al que hace referencia el título (el Schattenreich en alemán) se refiere a aquel mundo intangible de claroscuro que aparece en las pantallas de cine, donde luz y sombras se combinan casi mágicamente para crear historias. Se refiere además, claro, a la vida dentro del Tercer Reich, donde el mundo cotidiano ha sido robado de la mayoría de sus colores al servicio de una fanática idea. Epicuro alguna vez escribió sobre cómo nuestras sombras son parte esencial de nosotros, y emanan de nuestro interior. Todos hemos escuchado relatos de los indios norteamericanos y su terror supersticioso a que los hombres blancos les tomaran una fotografía, temiendo que estuviesen robándoles su alma. Antes que la novela termine, Jeter utilizará una idea similar.
La elección de Jeter de la Alemania Nazi para contar su historia de luz y sombras es muy atinada, en mi opinión. Es bien conocido el uso (algunos dirían brillante) del poder propagandístico de las películas por parte de los Nazis. Todos recordamos a Leni Riefenstahl y su colosal monstruosidad TRIUMPH OF THE WILL. Como Istvan Szabo nos demostró en su maravillosa película MEPHISTO (quizá la mejor actuación de Klaus Maria Brandauer en toda su vida) muchísimos verdaderos artistas cayeron voluntariamente en la tentación del Nazismo. Goebbels, el casi mitológico Ministro de Propaganda de Hitler no solo dirigía toda la industria cinematográfica de Alemania en competencia contra Hollywood (cómicamente ilustrado en la INGLOURIOUS BASTERDS de Tarantino) sino que manejaba a toda la sociedad del Reich como si fuera un enorme escenario de película. La catastrófica caída del Tercer Reich al final de la guerra, en términos dramáticos casi un genuino Gotterdamerung hecho realidad, tan solo un mero reflejo de su grandioso inicio en 1933.
La novela nos cuenta específicamente la historia de una joven mujer que pertenece a una de las minorías perseguidas en el Berlín de esos años. Por ser de sangre mixta, sin embargo, su apariencia no la delata y es capaz de pasar como alemana "pura". Por ironías del destino llega incluso a convertirse en el símbolo de la perfección Aria cuando Goebbels se obsesiona con ella, la hace su amante y la convierte en la mayor estrella de cine del Reich. El conflicto interno de la muchacha está muy bien logrado. Su misma melancolía e impotencia ante la dualidad de su falsa existencia es lo que irónicamente la ayuda a vibrar tanto en la pantalla. Obviamente Jeter se está inspirando aquí en la tristemente célebre Lida Baarova, la amante Rumana de Goebbels en nuestro mundo real (aunque nunca se molesta en mencionarlo en alguna Nota Histórica al final de la novela, o algo por el estilo) añadiendole algunos detalles de la vida de Marlene Dietrich para propositos dramáticos. Es difícil distinguir aquí si los aspectos más misóginos de la narrativa provienen de los prejuicios Nazi o de la obsesión del cine (entonces y ahora) por mujeres de belleza superficial absoluta. Me gusta mucho la manera en que Jeter mezcla su novela con elementos de los kindermärchen, aquellos proto-cuentos-de-hadas germánicos, para lograr una especie de realismo mágico (sí, ese término tan trillado) solo que situado ahora en el mismo centro de Europa, a mitad de la famosa "dark night of the twentieth century". Igualmente me gustaron las ingeniosas analogías que logra Jeter aquí, la manera en que las cámaras de cine extraen/roban imágenes para darles un nuevo tipo de vida independiente en la pantalla, de la misma manera que los Nazis (y otros movimientos políticos y artísticos del siglo XX, si somos honestos) acabaron pervirtiendo todo a su alrededor, inclusive el sueño de verdaderos visionarios del arte.
La recreación de la Alemania Nazi en los años antes de la guerra es bastante buena, aunque mi favorita sigue siendo la de las novelas de Philip Kerr, sobre todo su BERLIN NOIR TRILOGY, que en lo que a mí respecta es la última palabra al respecto y solo coincidentalmente son fabulosas novelas policiacas. Hay algunos detallitos que me molestaron, por otra parte. Al final del libro, por ejemplo, existen uno o dos errores de ortografía. Supongo que cuando uno publica directamente, saltándose el proceso editorial, este tipo de deslices son inevitables, pero si de verdad quieren hacernos creer que los e-books son un producto tan profesional como los libros "verdaderos" entonces quizá un poquito más de cuidado sería necesario. Aparte de esto, disfruté bastante de mi lectura de esta semana.