Hace
un par de meses apareció THE WHISPERING
SWARM, la nueva novela de Michael Moorcock, sin ningún bombo y platillo.
Hubo una época en que el mundo entero de la literatura fantástica se habría
detenido por completo y no se hablaría de otra cosa durante semanas. En fin…
Sic transit gloria. Es difícil explicar por qué esto ha ocurrido. A pesar que
es cierto que Moorcock se ha alejado algo de la ciencia-ficción y la fantasía
en general, la verdad es que nunca nos ha abandonado del todo. Reediciones de
sus novelas clásicas aparecen constantemente en ambos lados del charco,
manteniendo una presencia casi permanente en el medio. Sin embargo, es
imposible ignorar que su última novela de Elric (y de hecho no era enteramente
sobre él) salió hace una década, mientras que su última novela de CF fue hace
más de 20 años. Lo cierto es que hoy en día Moorcock es conocido por sus
novelas “respetables”, el tipo de obras literarias que son nominadas al
Guardian o al Whitbread, y no al Hugo. Novelas como la monumental MOTHER LONDON, que tienen a gente como
Alan Moore e Iain Sinclair como sus más devotos seguidores, o la tetralogía del
Coronel Pyat (que lograron desafiar la paciencia de su humilde servidor como
pocos otros libros). Aun así, casi como si no pudiera evitarlo, Moorcock sigue
metiendo elementos fantásticos en todos sus libros.
Estoy
seguro que nadie ha olvidado sus novelas de los 80s como THE WAR HOUND & THE WORLD’S PAIN sobre Ulrich von Bek, un
mercenario librepensador, que es encomendado por Lucifer a buscar el Santo
Grial en una Europa devastada por la Guerra de los Treinta Años, o THE CITY IN THE AUTUMN STARS sobre
Manfred von Bek persiguiendo al mismo Santo Grial durante la Revolución
Francesa, libros de altísimo nivel literario que además resultaron ser dos de
las novelas de fantasía más entretenidas de toda la década. Ejemplos como la
extraordinaria THE BROTHEL IN
ROSENSTRASSE, novelita histórica de corte realista (y casi pornográfica)
que ocurre en una Europa que nunca fue antes de la Primera Guerra Mundial, o la
inolvidable GLORIANA, que tanto
acabó por ofender a las feministas, también saltan a la memoria. Si vamos para
el caso, una de las últimas novelas de Elric tenía ni más ni menos que al poeta
Ernest Wheldrake como compañero del rey albino (y si no saben quién es
“Wheldrake” es que no están entendiendo el juego de meta-ficción literaria que
siempre ha jugado Moorcock. Eso, o que necesitan leer más a Swinburne). THE WHISPERING SWARM es un bienvenido
regreso a ese tipo de novelas.
THE WHISPERING
SWARM
es la historia de un joven escritor de novelitas baratas de CF llamado Michael
Moorcock haciéndose camino en la vibrante escena literaria del Londres de
segunda mitad del siglo XX. Es decir, no contento con utilizar solo algunos
aspectos de su vida para ilustrar una novela, como fue el caso de KING OF THE CITY, Moorcock se convierte ahora en el protagonista de su última obra, si bien es obvio que Moorcock toma una
página de su amigo Ballard y su propia “autobiografía” en THE KINDNESS OF WOMEN (la secuela menos famosa de EMPIRE OF THE SUN). La primera mitad de
la novela tiene pocos elementos de fantasía y excepto por un par de detalles parecería
una novela mainstream, aunque aun así resulta un verdadero festín para los
aficionados de la historia de la CF, con Moorcock narrando los detrás de
bambalinas de las revistas de CF inglesas como SCIENCE FANTASY y NEW WORLDS,
editadas por Ted Carnell, así como sus primeros encuentros con gente como John
Wyndham, John Brunner, Arthur C. Clarke y hasta Mervyn Peake (su vecino),
pasando por sus jóvenes compinches y futuras estrellas J.G. Ballard, Barrington
Bailey y Jim Cawthorn. Nadie puede negar que la historia de Moorcock, el hombre
que casi por si solo fue el responsable de desencadenar la New Wave británica
durante los años 60s cuando se hizo cargo de la misma NEW WORLDS, merece ser contada. En el libro abundan detalles
obscuros como la contribución de Wyndham y Harry Harrison en la creación de
Elric y lo que Moorcock pensaba en realidad
de ciertos editores. No me queda muy claro para qué cambió algunos nombres, como el de Ballard (Jack Allard), el de Thomas Disch
(Rex Fisch) o el de la escritora Hilary Bailey, su primera esposa (Helena
Denham), mientras que los de la mayoría los dejó igual, pero eso es lo de
menos. Recuerdo que en su cuento corto “Stories” (en la antología STORIES editada por Sarrantonio y Gaiman),
sobre el suicidio de su amigo Disch, todos tenían seudónimos así que ahí le
veía un poco más de sentido. En todo caso, como pueden ver, los seudónimos no
son nada difíciles de descifrar así que es quizá irrelevante.
Por
supuesto, queda ese par de detallitos que mencioné arriba. Desde que es niño,
Michael a veces ve cosas que no son reales. Oye golpes y ruidos que nadie más
escucha, el enjambre de susurros del título. Lo que pareciera un simple caso de
tinnitus resulta algo más. En algún momento de las primeras páginas, el joven Moorcock
conoce al Fraile Isidore, que lo introduce a la comunidad de Alsacia, un barrio
oculto en el corazón de Londres, casi un universo bolsillo, donde personajes de
toda la historia encuentran refugio. Ahí conoce a la enigmática Moll Midnight.
Es aquí donde, igual que en cuentos como “London Bone” o las mismas MOTHER LONDON y KING OF THE CITY, la ciudad misma, sus calles y edificios, se
vuelven uno más de los personajes. Todos los sueños de Michael el lector voraz
de fantasía parecen hechos realidad, pero el joven está creciendo. Está madurando.
La vida real y su nuevo matrimonio lo hacen alejarse de tan fantástico lugar. Pasan
los años y continua el ascenso de Michael, el editor y el escritor a lo largo
de los 60s (¿existió alguna ciudad más emocionante que Londres durante los
Swingin’ Sixties?). Eventualmente, sin embargo, el susurro del enjambre es
insoportable. El tedio de tener hijos y mantener la fantasía burguesa lo acaban
hartando después de algunos años, a pesar del éxito comercial que sus libros
han alcanzado. Esos susurros y ruidos que nadie más oye son cada vez más
fuertes, y es solo hasta que por fin regresa a Alsacia que desaparecen. Moll
Midnight, tan joven y bella como siempre, lo sigue esperando dentro de sus
muros. Sin perder el tiempo, Moll lo recluta para participar en un robo. Su
esposa y su vida matrimonial de ninguna manera pueden competir contra todo esto
y por supuesto Michael inicia una aventura amorosa con Moll y pasa cada vez más
tiempo en Alsacia alejado de su familia. La narración se vuelve cada vez más estrambótica
hasta el punto que Michael debe ayudar a rescatar al rey Carlos de las garras
de Oliver Cromwell.
Hay
que decir que Moorcock pinta un retrato muy cándido y honesto de sus propias
fallas. Existen momentos que la “autobiografia” parece pura exageración, y no me refiero a las partes en Alsacia (¿con
cuántas mujeres se supone que debemos creer que se acostó?). Es difícil ignorar,
además, esa compulsión de hacer name-dropping cada 2 renglones (aunque supongo
que es cierto que conoció a todo mundo en esos años). Al mismo tiempo, Moorcock
es brutalmente honesto a la hora de hablar sobre su primer matrimonio y las
causas de su fracaso (que probablemente no tuvieron que ver con un barrio misterioso
sino con su inmadurez, pero el resultado final es el mismo). Ciertamente Michael
el protagonista no sale bien librado y tomando en cuenta que la mayoría de las
personas sobre las que habla siguen vivas, hay que admirar los pantalones de Moorcock.
¿Acaso
el joven Michael es ahora otro aspecto del Campeón Eterno? Con el paso de los
años todos los personajes de Moorcock se han convertido en eso, ya no solo
Elric y Erekosë y Corum y Hawkmoon sino también Jerry Cornelius, Jherek Carnelian
y Jerry Cornell, así como todos los miembros de la familia von Bek a lo largo
de la historia. ¿Por qué no completar la labor e incluir al autor mismo? THE WHISPERING SWARM es la primera de
una trilogía, y en cierta forma, hasta parece como si Moorcock, esa elusiva
figura literaria, estuviera escribiendo sus últimos libros.
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