A
que no sabían que iba a haber una segunda parte, ¿verdad? Pues la verdad yo
tampoco, pero la plática que se armó gracias a la anterior reseña me hizo
recordar que esa no era toda la
historia. THE SCIENCE FICTION HALL OF
FAME es la mejor antología de CF de todos los tiempos, pero la razón por la
que yo llegué a ella fue en realidad por
otra antología: THE BEST OF THE NEBULAS, editada en 1988 por el mismo Ben Bova.
Como lo dice su nombre, este libro pretendía incluir a lo mejor de los premios
Nebula ahora que ya habían pasado más de 20 años desde su inauguración. Por
tal, funciona como perfecta secuela a THE
SCIENCE FICTION HALL OF FAME que terminaba precisamente en 1965. Se podría
hacer un muy buen argumento que si no fuera por el libro anterior esta sería la
mejor antología en la historia. Recuerdo haber comprado THE BEST OF THE NEBULAS justo antes de entrar a la universidad
(como pueden ver en la foto mi copia ya está algo golpeada) y después de leerlo
siempre me quedo curiosidad sobre el volumen anterior de Silverberg, que solo obtuve
años después ya que por aquellas épocas era casi inconseguible. En una de esas
ironías que son nuestro pan de cada día, hoy por hoy es THE BEST OF THE NEBULAS el que está out of print y algo difícil de
encontrar a menos que estés dispuesto a meterte a lugares como ebay y pagar un poquito más que el precio de portada.
A
diferencia del libro de Silverberg aquí no había limitaciones como “un solo
relato por autor”, por lo que Harlan Ellison aparece tres veces, mientras que
Zelazny y Delany y Leiber lo hacen dos veces cada quien. En efecto, así como THE SCIENCE FICTION HALL OF FAME
termina con el sublime “A Rose for Ecclesiastes”, THE BEST OF THE NEBULAS inicia con el clásico retro (aun en esa
época) “The Doors of His Face, the Lamps of His Mouth”. Ambos tienen
inmensurable valor personal para mí, ya que fueron esos dos relatos, de hecho,
los que hicieron que de niño decidiera ser escritor. ¡Yo quería escribir algo
así algún día! Volviéndolos a leer descubro que les sigo teniendo el mismo
cariño entrañable a los dos. La segunda contribución de Zelazny en este libro es
la novela corta “He Who Shapes” que eventualmente se convirtió en la novela THE DREAM MASTER, pero si me preguntan
a mí la novela corta es la versión superior. A todo mundo parece desagradarle
el egoísta protagonista pero a mí siempre me cayó bien. Pero los fuegos artificiales
apenas van comenzando, pues a continuación nos espera “Repent Harlequin! said
the Ticktockman”, quizá el cuento más famoso de Harlan Ellison, y por cierto uno
de los relatos más reimpresos en toda la literatura en inglés. Aunque todo esto
es muy merecido, debo admitir que esta pequeña obra maestra no es mi favorita
suya, algo a lo que regresaré después. Quizá su misma ubicuidad ha trabajado en
contra suya. Su segundo relato en el libro, el famoso “A Boy & his Dog”, a
pesar de ser menos ambicioso, me entretiene más estos días. Por otra parte,
“Jeffty is Five”, su tercera contribución,
es un cuentito que siempre he encontrado algo sobrevaluado. Su nostalgia
funciona mejor si creciste en Estados Unidos, supongo. Samuel R. Delany aparece
ni más ni menos que con “Aye & Gomorrah” y “Time Considered as a Helix of
Semi-Precious Stones”. El maestro Delany siempre fue mejor novelista que
cuentista, pero aun si se muriera y únicamente hubiera escrito estos dos
cuentos con eso ya sería más que suficiente para garantizar su presencia en el
panteón de la CF. Osados en su ambición como ningún otro cuento, completamente
sui generis. Por si esto fuera poco, pasamos ahora a “Gonna Roll the Bones” de
Fritz Leiber que de hecho es mi Visión Peligrosa favorita. Lo más divertido es
que cuando la leí por primera vez de niño no le entendí nada. “Behold the Man”
de Michael Moorcock se ve bastante inofensivo hoy en día, pero uno apenas y puede
imaginar el impacto que causó cuando apareció en los 60s. Siempre es bueno
volver a leer “Dragonrider” de Anne McCaffrey si tan solo para acordarnos que
originalmente esa serie empezó siendo de ciencia-ficción y no de fantasía.
(Apareció en la ANALOG de Campbell,
por amor a dios). Otra de las virtudes de este volumen es que para la década de
los 70s la gente ya se había dado cuenta que había mujeres escribiendo material
tan bueno como el de nadie más, por lo que incluye obras como “Love is the
Plan, the Plan is Death” y “Houston, Houston, Do You Read?” de James Tiptree
Jr, “When it Changed” de Joanna Russ, “The Day Before the Revolution” de Ursula
K. LeGuin, y “Of Mist & Grass & Sand” de Vonda McIntyre (quizá su mejor
relato). Si a todo esto le añadimos tesoros indiscutibles del género como “Slow
Sculpture” de Sturgeon, “Catch that Zeppelin!” de Leiber, “The Persistence of
Visión” de John Varley, y “Sandkings” de George RR Martin, se darán una idea de
por qué este librote guarda lugar de honor en mi colección.
Pero
¿acaso significa todo esto que no puede haber contendientes al título de la
Mejor Antología de Todos los Tiempos con material un poco más reciente? Todo lo
contrario, como lo demuestra THE VERY
BEST OF F&SF, editada por Gordon Van Gelder a finales del 2009. A
principios de los años 50s surgieron dos revistas que rompieron con la
hegemonía de la ASTOUNDING de
Campbell, GALAXY y F&SF, ambas más preocupadas por el
nivel literario de los relatos y no solo por los aspectos científicos. Una
bocanada de oxígeno puro muy necesaria para el género. GALAXY, por desgracia, ya pasó a mejor vida hace muchos años, pero
la venerable F&SF continua hasta
nuestros días. Para celebrar el aniversario 60 de la revista, Van Gelder (que
fungió como editor por casi 20 años hasta el 2014) editó una antología con lo
mejor de lo mejor de esas seis décadas de quizá la revista más respetada dentro
del género. Al hacer esto rendía tributo además a todos aquellos volúmenes de THE BEST OF F&SF de los 50s
editados por Anthony Boucher, pasando por los de los 60s y 70s editados por
Avram Davidson y Ed Ferman respectivamente. Teniendo así un periodo de tiempo
tan grande este volumen logra incluir entre sus casi 500 páginas joyitas de
principio de los 50s como “Of Time & Third Avenue” de Alfred Bester hasta
obras maestras tan recientes como “The Merchant & the Alchemist’s Gate” de
Ted Chiang del 2007. Resultan interesantes, también, los contrastes con
respecto a los mismos escritores que aparecen en la antología anterior. Por
ejemplo, Harlan Ellison es representado aquí por “The Deathbird”, que no será
tan reimpreso como “Repent Harlequin! said the Ticktockman” o tan famoso como
“I Have No Mouth & I Must Scream”, pero que en mi humilde opinión es lo mejor que jamás escribió. Algunos de los
escritores más famosos del siglo XX aparecieron en F&SF a lo largo de estos 60 años, y Van Gelder no permite que
se nos olvide. Desde Stephen King, quien contribuye “The Gunslinger” de 1978 (King
ya era un autor bestseller a fines de los 70s, pero existe alguna duda que fue
este relato, el primero de una larguísima serie que acabaría incluyendo a toda
su obra, lo que consolidó su carrera?) hasta Kurt Vonnegut y su famosa fabula
satírica “Harrison Bergeron” (su única aparición en la revista, y muchos parece que preferirían olvidar que Vonnegut inició como escritor de CF), así como la mismísima Shirley
Jackson y su clásico “One Ordinary Day, With Peanuts”. Estos últimos tres
relatos son el típico ejemplo de cuentos tan famosos que ni siquiera es
necesario mencionar el nombre de su autor. El maestro Peter S. Beagle tardó más
de tres décadas para escribir una secuela a THE LAST UNICORN, pero su maravillosa “Two Hearts” viene incluida
también. Podríamos pasar horas platicando sobre cada cuento aquí presente, pero
en resumen solo enumeremos nombres como Neil Gaiman, Ray Bradbury, Jeffrey
Ford, Ursula K. LeGuin, etc. Un verdadero cofre de tesoro para todos los
lectores.
Ya
para terminar no me puedo ir sin mencionar que apenas el año pasado Van Gelder
repitió la hazaña y sacó un segundo volumen, una vez más aprovechando la fértil
historia de la revista para llenar otra
enorme antología con lo mejor de lo mejor de los últimos 65 años de su revista.
Una vez más iniciamos desde los años 50s con obras tan memorables como “All You
Zombies” de Heinlein, quizá la mejor historia sobre paradojas temporales jamás
escrita (es casi como una ilustración de Escher plasmada en palabras) y que recientemente la
adaptaron al cine con el nombre de PREDESTINATION,
hasta la conmovedora “The Paper Menagerie” de Ken Liu del 2011, el primer
cuento corto en ganar el Hugo, el Nebula y el World Fantasy el mismo año. Entre
ambos extremos vienen el sicodélico “Sundance” de Robert Silverberg de los años
60s escrito en tercera, primera y segunda persona, “Salvador” de Lucius Shepard de 1984, otro de sus brutales relatos sobre
una guerra futura en Centroamérica inspirados por sus aterradoras experiencias
personales en Vietnam (y que luego formaría parte de su novela LIFE DURING WARTIME), la implacable
“The Lincoln Train” de Maureen F. McHugh de 1995, la profética “Maneki Neko”
del siempre brillante Bruce Sterling, “Suicide Coast” de M. John Harrison, la
sutil pero evocadora “Have, Not Have” de Geoff Ryman (que luego anexaría a su
excéntrica novela AIR), “The People
of Sand & Slag” de Paolo Bacigalupi, así como una docena más. Si andan
buscando algún libro que ofrezca el más amplio espectro del campo de la CF no
se me ocurren mejores recomendaciones!
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