El martes en la mañana me enteré del lamentable fallecimiento de Anne McCaffrey la noche del lunes. Cuando escuché la noticia, lo primero que pensé fue en escribir algo, aunque fuera una pequeña nota, en este blog. Muy casualmente, sin embargo, ese mismo día ya había publicado una página aquí. Decidí entonces esperar algunos días. Quizá releer alguna obra de McCaffrey mientras tanto y organizar mis pensamientos. Si soy honesto, debo admitir que tenía ya muchos años desde la última vez que leí algo de ella, y la novela en particular que leí en aquella ocasión no me gustó mucho. Me gustaría volver a este punto al final.
Anne McCaffrey fue una escritora muy prolífica, claro, autora de la entrañable serie de novelas de THE SHIP WHO SANG, por ejemplo, pero por supuesto será recordada por siempre gracias a su larga serie sobre los dragones de Pern. A pesar de que mucha gente insistía en agrupar estos libros en la sección de Fantasía de las librerías, de hecho son Ciencia-Ficción. McCaffrey misma siempre se molestaba si alguien le sugería lo contrario. Si nos queremos ver pretenciosos, podemos decir que se trata más bien de un Romance Planetario, ese subgénero tan subestimado pero tan añejo que viene desde las primeras novelitas baratas de Edgar Rice Burroughs sobre Marte hasta ejemplos más recientes como el Majipoor de Silverberg que ya hemos discutido con anterioridad.
Esta serie, de las más largas y queridas en la literatura de CF, tuvo orígenes humildes. Antes que hubiera ningún libro, existió la novela corta "Weir Search", publicada en Analog en octubre de 1967, sin ninguna intención de tener alguna continuación. (Por cierto, el hecho que la serie haya comenzado en Analog ya debería responder cualquier duda respecto a si pertenece a la CF o a la Fantasía. La revista Analog jamás ha publicado fantasía en sus páginas, mucho menos cuando el legendario John W Campbell continuaba siendo su editor). Cuenta la leyenda que el mismo Campbell se entusiasmó tanto al leer este relato que inmediatamente le pidió a la autora primeriza una secuela lo antes posible. Tan solo dos meses después, la primera parte de la novela corta "Dragon Rider" aparecería en el número de diciembre. Esta segunda entrega resultó otro éxito igual. En efecto, ambas historias resultaron tan populares con los lectores que antes que acabara el año fueron publicadas juntas en forma de libro, llamado DRAGONFLIGHT. La editorial Ballantine se apresuró para ofrecerle un contrato para una segunda novela, que apareció en 1970 con el nombre de DRAGONQUEST. El resto es historia…
Una segunda editorial ofreció a McCaffrey la oportunidad de contar más historias sobre sus dragones, solo que ahora esta vez pensados para un público más joven, y el resultado fue la segunda trilogía de Pern, la Harper Hall Trilogy, publicada entre 1976 y 1979. Con Ballantine, mientras tanto, McCaffrey finalmente publicó un final para su trilogía original con THE WHITE DRAGON en 1978, uno de los primerísimos libros de CF que logró colarse dentro de la cotizada NY Times Bestsellers List. Es precisamente con THE WHITE DRAGON que además aparece la primera portada creación de Michael Whelan, entonces artista desconocido. Hoy en día, claro, es difícil imaginar el universo de Pern sin visualizar antes las famosas portadas de Whelan.
Quizá sea ocioso explicar la trama que sirve de fondo a todas estas novelas. Dudo mucho que alguien que lea esta blog no esté familiarizado ya (quizá hasta el cansancio) con la larga saga de los Jinetes de Dragones de Pern. Por si las dudas…
La historia ocurre en el planeta de Pern, colonizado por seres humanos 2500 años antes. La sociedad ha regresado a un estado pre-industrial, con poquísimos ejemplos de tecnología avanzada. En resumen, casi una sociedad medieval. Dentro de este mundo casi idílico, pequeños grupos crían dragones voladores desde su nacimiento, emparejándose con ellos telepáticamente para poder "cabalgarlos". Su responsabilidad es la de proteger la tierra de las Hebras, una voraz sustancia orgánica que llueve desde los cielos una vez cada dos siglos, destruyendo todo a su paso. Dónde está la ciencia-ficción, algunos se preguntaran. Parecería que acabo de describir una historia que incluye todos los elementos de una fantasía típica. Sin embargo, nada de esto es lo que parece. Las Hebras son en realidad una especie de espora micorriza (una mezcla de hongo y raíces), y su origen es el planeta vecino de Pern que tiene una órbita elíptica excéntrica de 250 años alrededor de su sol. Esto significa que durante su periodo de perihelio el planeta vecino (conocido como la Estrella Roja) se acerca peligrosamente a Pern, y las Hebras caen sobre este último por un espacio de casi 50 años. Los jinetes deben utilizar a sus dragones voladores en un último intento desesperado para interceptar la caída de las Hebras en pleno cielo, y quemarlas con el fuego de los mismos dragones. Estos animales son nativos de Pern, (y vienen en una variedad de colores, usualmente relacionados con su tamaño), pero alterados genéticamente para poder hacerlos más grandes y establecer comunicación telepática con ellos. Los dragones color bronce son los machos más grandes, y normalmente son los únicos que compiten por el derecho de poder aparearse con las reinas. Las reinas, sin embargo, son las más grandes. Como sus jinetes están unidos en mente y cuerpo, cuando los dragones se aparean, también lo hacen ellos.
Como se podrán dar cuenta todo esto es en realidad una elaborada excusa racional para poder narrar emocionantes aventuras. ¿Qué puede ser más divertido para un niño que leer las hazañas de hombres y mujeres cabalgando dragones mas allá de las nubes y enfrentándose a las malignas Hebras en duelos aéreos dignos de la Primera Guerra Mundial? Confieso que ya no era niño exactamente cuando leí estos libros por primera vez. Ya estaba en la secundaria. Debo confesar, por otra parte, que sí me emocioné como niño de 8 años mientras los leía.
La primera trilogía se me hizo excelente, y parecería que la historia había llegado a su fin, sin necesidad de añadir nada más. La segunda trilogía logra esquivar este problema ingeniosamente al narrar eventos que ocurren simultáneamente a la anterior, solo que narrada desde el punto de vista de otros personajes. Protagonistas alejados del centro de la sociedad de Pern y sus héroes y gobernantes. La gente "pequeña" se diría. Cuando McCaffrey cedió a la tentación del dinero y fue convencida algunos años después para escribir una novela más, resolvió el problema creando un libro situado más de mil años antes a todos los anteriores. En efecto, MORETA, DRAGONLADY OF PERN nos ofrecía un tipo de relato muy distinto a lo que habíamos leído con anterioridad. Tres años después McCaffrey escribió NERILKA'S STORY, que esencialmente narra los mismos eventos solo que desde el punto de vista de otro personaje. Así es… ¡McCaffrey se auto-plagiaba! Esto sería, lamentablemente, un portento de lo que vendría a continuación.
Vendrían muchas novelas a continuación, casi como si una vez cayendo en la tentación ya no tenía caso resistírsele por más tiempo. Libro tras libro, escritos descaradamente con fines de lucro y nada más. Por supuesto, es difícil criticar a McCaffrey. Estos libros la hicieron no solo rica, sino famosa en todo el mundo. Hay peores destinos para un escritor (que a fin de cuentas lo único que quiere hacer es poder contar más y más historias a sus lectores). Ninguna de estas nuevas novelas logró capturar mi entusiasmo como lo hicieron aquellas primeras. DRAGONSDAWN, que mostraba los primeros años de la colonización del planeta por parte de los exploradores espaciales de la Tierra (quizá el libro con más elementos de ciencia-ficción de toda la serie), casi por definición era algo distinto a lo anterior y tan solo por eso no me disgustó tanto, aun a pesar que la verdad lo encontré algo aburrido. Es de pésimo gusto hablar mal de los recién fallecidos, pero en mi opinión este era el verdadero problema con los nuevos libros de Pern. Más de lo mismo que ya habíamos visto. Excesivamente repetitivos y, peor aún, bastante tediosos. En algún momento, simplemente deje de comprar y leer las nuevas novelas de Pern. Nunca leí los libros que McCaffrey escribió con su hijo en este nuevo siglo, ni mucho menos las novelas que el hijo escribió por sí solo. Honestamente no creo estarme perdiendo de mucho.
Este sería buen momento para mencionar que esto es tan solo mi opinión, y que obviamente pertenezco a la minoría. Los libros de Pern continúan vendiendo como pan recién horneado tan solo aparecen, adorados por millones en todo el mundo.
Por supuesto, esto de ninguna manera afecta el cariño que todavía siento por aquellos primeros libros. Desgraciadamente en realidad no tengo tiempo de volver a leer ni siquiera una sola de las novelas de Pern (ni hablar de una de las trilogías originales completas). Sencillamente hay demasiados libros nuevos esperando mi atención en la mesita de mi cama. Así que simplemente decidí releer "Weir Search", aquel cuento que inició todo esto hace más de 40 años. No me tomo mucho tiempo para que una sonrisa llenara mi cara, volviendo a vivir el momento en que la joven muchacha Lessa es informada que ella debe convertirse en la pareja de una nueva Reina Dragón a punto de salir de su cascarón. El resto de la gente la ve ahora como una extraña. Han pasado más de dos siglos, casi seis generaciones, desde la última vez que las Hebras cayeron sobre Pern sembrando el terror y la destrucción por doquier, y la mayoría de la gente simplemente ya no cree en esa terrible leyenda. Ya nadie quiere patrocinar los centros donde se crían y entrenan a los dragones y sus jinetes. De hecho, ya solo existe uno de estos centros, viviendo una existencia precaria, los otros cinco habiendo desaparecido misteriosamente en el pasado. Lo que en realidad ocurrió con estos cinco centros perdidos, así como con todos sus dragones y jinetes, sé bien, será revelado con extraordinaria originalidad en "Dragón Rider", aquella novela corta que Campbell exigió a McCaffrey hace ya tanto tiempo. Tristemente, no hay tiempo para leerla. Me pregunto si algún día podre hacerlo.
"Weir Search", por cierto, acabó ganando el premio Hugo a la mejor Novela Corta de 1968, mientras que "Dragon Rider" se llevó el premio Nebula a la Mejor Novela Corta de 1969. McCaffrey, vale la pena recordarlo, fue la primera mujer en conseguir cualquiera de estos dos premios. Otra deuda histórica más que la Ciencia-Ficción le debe a McCaffrey.
Descanse en paz, Anne McCaffrey, la Reina Dragón de la Ciencia Ficción!
Se MURIÓ Anne McCaffrey??
ResponderEliminarFuck. Tengo que conectarme más seguido, porque ni siquiera me había enterado. Ahorita ando apenas saliendo para la chamba. Deja que llegue a la oficina y te escribo un comentario sobre lo mucho que me gustan las novelas de Pern.
Que mala noticia...
Epa, hoy si madrugaste, Armandito. Qué pasó?
ResponderEliminar(O estas llegando en vivo todavia, jajajaja)
Estoy completamente de acuerdo con lo que escribes (para variar). Aquellas primeras novelas de Pern son maravillosas, y todo lo que vino después... la verdad no lo fue.
A ver si este fin me puedo volver a echar MORETA.
Un saludo!
Yo si me enteré. Que mala onda.
ResponderEliminarConfieso que yo solo he leído la primera trilogía (de hecho, la leí en un tabique que traía las tres novelas en un solo volumen)
A mi tampoco me gustaron los libros que salieron en los 90s (aunque la verdad no los leí todos, asi que si uno resultó una obra maestra, me lo perdí), por muchas de las razones que mencionas arriba.
ResponderEliminar¡Podemos ser una minoría con Mónica, entonces!
Estoy de acuerdo que esto no altera la mala noticia.
Descansa en paz, Anne McCaffrey...
Nunca he leído a esta autora, Armandito.
ResponderEliminarCuál me recomiendas? El de "Dragonflight"?
No creo poder echarme toda una trilogía. Quizá el de "Moreta" entonces?
Si, lamentablemente yo también me enteré.
ResponderEliminarMe extraño que no mencionaras el ATLAS OF PERN, un libro bastante bonito hecho por la misma escritora (una cartógrafa licenciada, por cierto) que hizo el ATLAS OF MIDDLE-EARTH, lo cual ya nos indica el nivel de cariño que las novelas de Pern inspiraron en tantas personas!
Josh,
ResponderEliminarel ATLAS OF PERN es uno de los libros favoritos de toda mi colección. No lo mencioné por la misma razón que tampoco hablé sobre el famoso THE DRAGONLOVER'S GUIDE TO PERN. A pesar que McCaffrey colaboró (entusiasticamente) en ambos libros, en realidad no escribió ninguno de los dos.
Por cierto, me encanta el hecho que el ATLAS OF PERN, debido a que fue publicado en 1984, unicamente incluye mapas y cronologías de eventos mencionados hasta MORETA (1983), que es más o menos hasta donde me dejo de gustar la serie. En cierta forma, el ATLAS esta hecho para mi, jajaja!
Flor,
ResponderEliminarte presto DRAGONFLIGHT. Creo que ese te va a gustar mucho.
Ya luego vemos si quieres otro!
Yo llegué tarde a la fiesta. La primera novela que leí de McCaffrey fue la de THE DOLPHINS OF PERN, que ha de ser del 95 ó 96, creo.
ResponderEliminarMe gustó tanto que empecé a buscar todas las anteriores. Antes que hubiera localizado más que un par, la NUEVA novela ya estaba saliendo, jajaja. (Tienes razón, de plano hubo un momento en que McCaffrey escribía un libro de Pern por año, y dejaron de ser tan especiales)
Jajaja, yo estoy peor que Ricardo. Mi primer libro de Pern fue el de MASTER HARPER OF PERN, donde se narra la juventud de Robinton, uno de los personajes de la trilogía original (aunque obviamente yo ni idea de esto por entonces)
ResponderEliminarDescanse en paz, Anne McCaffrey!
Ya me apunté como "seguidora oficial" de tu blog, Armandito!
ResponderEliminarA ver qué tal esta, jajaja.
Muchas gracias Armando por tus reviews. Practicamente leo todo lo que recomiendas. Eres mi personal guru. Como moneda de cambio me gustari'a recomendarte unos mags
ResponderEliminarque seguro te van a gustar: Polluto y Postscripts (PS Publishing UK). Ahi' he descubierto un autor que destaca sobre todos: Rhys Hughes. Al serchear sus libros descubro que tiene un cult status y que son difi'ciles de conseguir. Pero bueno, al final me hice con "The Postmodern Mariner" a un buen precio y me ha flipado. (Ahora estoy pendiente de Amazon a ver si aparece "Engelbrecht Again!" con un precio decente).
Bueno, ale! MUCHAS GRACIAS y saludos desde el otro lado del charco.
Gonzalo,
ResponderEliminarmuchas gracias por tu palabras. He leído tan solo un par de números de POLLUTO (el de Oz, y el de Steampunk), y tu comentario me recordó que me encantaron y debo conseguir los otros números con urgencia.
Se de la existencia de POSTSCRIPTS, pero desgraciadamente nunca la he leído. Lastima, porque siempre incluye a varios de mis escritores favoritos. A pesar que NO es una revista particularmente barata, voy a comprar un par de ejemplares a ver que tal.
Rhys Hughes es brillante! Casualmente yo tengo la versión que NO TIENE EL PRECIO DECENTE de ENGELBRECHT AGAIN! jajajaja.