miércoles, 6 de abril de 2011

ALCANZANDO EL CIELO!

El lunes empecé a leer una novela cuyo tema era muy similar al de otra novela que ya había leído hace años. Quería comparar algunas cosas, y sobre todo releer ciertos pasajes de aquella otra novela. Nada más. Así que puse a lado la nueva novela para dedicar solo una hora o dos a la vieja novela. Ese era era mi plan. Para hacerles la historia corta, pasé los últimos dos días releyendo de principio a fin la vieja novela, THE FOUNTAINS OF PARADISE de Arthur C Clarke.

Clarke, por supuesto, es famoso por 2001: A SPACE ODYSSEY (la película que ayudó a Kubrick hacer más que el libro, que de hecho no es tan bueno, en mi opinión) y por novelas como RENDEZVOUS WITH RAMA de 1973. Para mediados de los años 70s era universalmente aceptado como uno de los "Big Three" de la ciencia ficción, junto con Asimov y Heinlein (la celebridad de Clarke era tal, que fue parte de las transmisiones por TV de los vuelos Apollo a la Luna). Este apodo tan rimbombante más bien se refería a su fama y éxito comercial, no tanto a su calidad como escritor, pero aun con todos sus defectos (y Clarke tenía varios) no se puede discutir con su talento para evocar ese tan elusivo "sense of wonder" en casi todas sus historias. Esto último es particularmente sorprendente, si consideramos que Clarke nunca usó un estilo muy literario. Todo lo contrario, por lo general sus descripciones son parcas, y hasta simplistas.

2001 quizá sea considerada su obra más famosa, y RENDEZVOUS WITH RAMA su novela más importante, pero según yo, THE FOUNTAINS OF PARADISE es, con mucho, su mejor novela. Curiosamente logró ganar el Hugo y el Nebula a mejor novela del año, ganándole en ambas ocasiones a TITAN de John Varley, y a ON WINGS OF SONG de Thomas Disch. Digo curiosamente porque de muchas formas se ha convertido en la novela olvidada de Clarke. Mencionen el nombre del autor a cualquier aficionado y de inmediato responderá 2001, o RAMA, o inclusive CHILDHOOD'S END. Mencionen FOUNTAINS OF PARADISE y observen su reacción perpleja.


La gran debilidad de Clarke, como de muchos otros que se dedican más a la Hard SF, es su aparente inhabilidad para crear personajes reales. Al estar más preocupados por las Ideas, dejan al lado las motivaciones o reacciones de sus protagonistas, casi con desdeño. THE FOUNTAINS OF PARADISE no está exenta de este problema, pero al mismo tiempo incluye a algunos de los personajes más memorables en la carrera de Clarke. Además no es un libro tan místico como la mayoría de sus novelas previas, que de alguna forma no acaban satisfaciendo del todo. La trama en sí trata sobre la construcción de un elevador orbital (esencialmente, un cable anclado a la tierra y que se levanta hasta un punto de orbita geo-sincrónico, conectado a un satélite). El protagonista es un ingeniero (por supuesto, si se trata de un libro de Clarke) que ya con anterioridad logró la hazaña de la construcción de un colosal puente colgante que cruza el Estrecho de Gibraltar, uniendo a Europa y África. El problema es que el lugar ideal para la construcción de este elevador orbital es la cima de una montaña en la isla de Taprobane, que se encuentra ocupada por un templo Budista, y cuyos monjes por supuesto se niegan a abandonar su casa ancestral. Nuestro protagonista debe lidiar no solo con este obstáculo sino con el financiamiento y la burocracia necesaria para la construcción de semejante milagro.


Por sí solo esto haría del libro una historia medianamente interesante, sobre todo para ingenieros civiles, pero por fortuna eso es solo un tercio de la novela. Paralelo a todo esto existen otras dos historias. Una se remonta al pasado legendario de la isla de Taprobane (basada en Sri Lanka, aunque Clarke la movió un poquito al sur, hasta el Ecuador, para los propósitos técnicos de esta novela) en específico la lucha por el poder entre el Rey Kalidasa y sus hermanos. Es con Kalidasa que Clarke logra al fin un personaje verdaderamente fascinante. Más de un lector ha comentado que los capítulos lidiando con Kalidasa son los más interesantes de todo el libro. Kalidasa, aun en medio de varias guerras fratricidas, desea más que nada alcanzar el Cielo, y ser recordado para siempre. En ese sentido es muy parecido al protagonista de la novela, cuyos propios sueños mesiánicos ni él mismo parece reconocer. En efecto, en una de las secuencias más conmovedoras de la novela, Kalidasa manda construir una serie de jardines y fuentes (las mismas del título) que nos hacen creer que el Cielo ha bajado a nuestro pobre mundo terrenal. Justo antes de ser completados, sin embargo, el hermano de Kalidasa gana la guerra, y este último debe huir, abandonando para siempre sus fuentes del paraíso. Antes de que la novela concluya, nuestro ingeniero protagonista deberá enfrentar el hecho que la historia inevitablemente siempre se repite.

Existe una tercera trama, que a muchos recordara la historia principal de RENDEZVOUS WITH RAMA. Una sonda extraterrestre se aproxima a nuestro Sistema Solar, emitiendo un mensaje de paz y de búsqueda de conocimientos. Prueba irrefutable, al fin, de que no estamos solos en el Universo. Por supuesto, este evento inicia una crisis en todas las religiones del mundo. Estas secciones son más breves y fugaces que las de Kalidasa, presentes casi solo para dar un contexto cultural al mundo futuro que Clarke crea, pero admito que es divertido ver como la sonda logra refutar (usando tan solo la lógica más elemental) a Tomás de Aquino, demostrar que Dios no existe, y causar la extinción de la religión organizada. (Ojala fuera así de sencillo, claro. Aun si mañana llegaran los habitantes de Tau Ceti a la Tierra con el cadáver sangriento de Dios, es poco probable que la religión organizada dejaría de existir así nada más, pero Clarke es recordado además de escritor como un verdadero profeta de la CF, con muchísimas de sus ideas hechas realidad en nuestros días, así que crucemos los dedos)


Como ya mencioné, a pesar de su económico estilo de prosa simplón, Clarke logra hacernos sentir ese "sense of wonder" en más de una ocasión en esta novela, como cuando visualizamos el elevador orbital en Marte, que debido a la órbita de la luna Fobos (menor a la altitud sincrónica) debe vibrar como la cuerda de una guitarra cada 4-5 días para evitar una colisión, y sobre todo al final, cuando el protagonista debe ascender a lo largo del elevador recién terminado en la Tierra y cruza la ionosfera, encontrándose con un inesperado efecto de aurora boreal, cuyo impacto y descripción son bellísimos. Un momento verdaderamente emocionante. Cuando leí esta sección por primera vez (debo haber tenido 11-12 años) me encantó esa parte. El viejo Clarke era capaz de escribir como el mejor poeta Romantico cuando se lo proponía!

Incidentalmente, puse varias portadas diferentes del mismo libro porque me gustan todas. La primera es de la edición original de Pan que fue la que leí por primera vez. La portada por Chris Moore le da toda la vuelta al libro, y logra ilustrar la historia completa con una sola imagen. Brillante. (No puedo escanear toda la imagen sin romper el libro)

Cuando Clarke publicó esta novela, hizo indirectas en más de una entrevista que esta quizá sería su última novela (en efecto, varios personajes en el libro se encuentran en el ocaso de sus vidas, considerando su propia mortalidad y habiendo perdido a algún ser querido recientemente). Parte de mi desearía que sí hubiera sido su última novela. Los libros que vinieron  después seguro le habrán significado mucho dinero, pero fueron irrelevantes, y bastante pobres en mi opinión.

Finalmente, recuerdan la otra novela que pretendía leer esta semana y con la que comencé la página del blog hoy? El libro tan similar por el que empecé a leer THE FOUNTAINS OF PARADISE? Se trataba de THE WEB BETWEEN THE WORLDS de Charles Sheffield, su primera novela y que casualmente se publico el mismo año que la de Clarke. En fin, la volví a guardar. No creo leerla en el futuro cercano. Cést la vie...

7 comentarios:

  1. De los 3 grandes, definitivamente, me gusta mas la prosa de Heinlein. Asimov es florido, y extremadamente entretenido, y de los 3, el mejor cientifico, claro. Casualmente, Las fuentes lo tengo, pero es uno de los cientos que tengo pendientes de leer... Excelente texto el de hoy. te felicito!

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  2. Yo también creo que Heinlein era el mejor escritor de los tres, pero no tanto por su prosa (que nunca se me hizo la gran cosa).
    A Asimov lo dejaría hasta atras. Empecé con sus libros, claro, como la mayoría, y su importancia histórica es incuestionable, pero siempre se me ha hecho sobrevaluado.
    No creo que esto sea algo generacional. Aun en la época de oro de Asimov, ya existían opciones mucho más interesantes, como Sturgeon.
    Y ya no digo nada más contra el Buen Doctor, porque la última vez que lo hice (cuando estaba a punto de iniciar éste blog) se me echó encima la multitud!

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  3. Jajaja, si me acuerdo!
    Fue en el muro de tu amigo Bef, no?
    Yo tambien creo que Asimov es sobrevalorado, sobre todo por los ancianitos, pero solo para molestar yo tambien te iba a echar de pedradas ese dia, jajaja.
    Un abrazo, mi hermano!

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  4. Ya pedi "The Fountains of Paradise", Armando.
    Con suerte me llega esta misma semana y podre comentar algo al respecto.
    Saludos!

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  5. Yo lei este libro cuando estaba en la Ibero, ya hace casi 10 años, y nunca lo he olvidado. Desgraciadamente el que lei era una copia de la universidad. Me lo puedes prestar, Armandito?
    Ya me diste ganas de leerlo!
    (No importa cual portada sea, jajaja)

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  6. Jajaja, nadie había apuntado un comentario en esta página en más de un mes.
    Claro que te lo presto. Nos hablamos.

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